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Muy pocos escritores como Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944), representan esa 'tercera vía' de la guerra incivil que fracasó en su intento de reconciliar a las dos Españas, en medio de un conflicto mundial que contó además en primera persona. El testimonio de ... una de las grandes plumas de nuestro periodismo, en proceso permanente de recuperación, incluida la versión cinematográfica de 'A sangre y fuego', en la que trabaja Juan Antonio Bayona. Un proceso que incluye ahora la reedición, por parte de Libros del Asteroide, de tres de sus obras más representativas.
La primera, 'El maestro Juan Martínez que estaba allí', se publicó por primera vez por entregas en la revista 'Estampa', en 1934: una serie de reportajes novelados a raíz de sus conversaciones con un bailarín flamenco, al que conoció en el Cabaret Sevilla de París, testigo directo de la Revolución Rusa. El desarrollo in extenso de un artículo que había publicado en esa revista años antes, y que daba continuidad a sus textos sobre la revolución soviética que escribió para 'El Heraldo de Madrid'. Chaves Nogales había comenzado su carrera periodística en su Sevilla natal a raíz de la muerte de su padre, cuando él tenía 17 años. De Sevilla se trasladaría a Córdoba en 1920, para trabajar en 'La Voz', y en 1922 a Madrid, donde su firma aparecerá en diferentes publicaciones, hasta que en 1924 ficha por 'Heraldo de Madrid', coincidiendo con su ingreso en la Masonería y con la participación, desde 1928, en diferentes reuniones de los republicanos. En 1929 pasó de ser redactor jefe del 'Heraldo' a su corresponsal en París. Allí es donde Luis Montiel, propietario de la revista 'Estampa' y el diario 'Ahora', le contrató como redactor jefe de este último.
Desde 1931, el hasta entonces monárquico 'Ahora' pasó a representar la línea moderada de la República. En 1932 cubrió el levantamiento del general Sanjurjo, y en 1933 publicó una serie de crónicas bajo el título de 'Los enemigos de la República', en las que alertaba de la progresiva radicalización de la sociedad. Ese mismo año entrevistaría al nazi Joseph Goebbels, al que calificaría de 'ridículo', 'grotesco' y 'estrafalario'. El segundo libro de esta trilogía, la biografía 'Juan Belmonte, matador de toros: su vida y sus hazañas', se empezaría a forjar muy poco antes, cuando Chaves Nogales visita al torero, en 1933, en su cortijo La Capitana, de Utrera. La biografía, que se publicaría por primera vez por entregas en 'Estampa', en 1935, aparecerá ese mismo año como libro. El único suyo que se reeditó durante el franquismo.
El 26 de julio de 1936, unos días después del inicio de la guerra, recibió en Londres la noticia de la incautación de 'Ahora' y 'Estampa' por parte de un Consejo Obrero. De regreso, colaboró en los primeros meses en la lucha política contra los fascistas. Sin embargo, cuando el gobierno de la República salió de Madrid para Valencia, él regresó a París. En 1937, a petición del periódico argentino 'La Nación', escribió su serie de nueve relatos sobre la guerra española, uno de los cuales llevaba el título de 'A sangre y fuego'. Ese mismo año los textos se publicarían en Cuba, en México, Nueva York, Canadá, Reino Unido o Nueva Zelanda, y aparecerían por primera vez en Chile en forma de libro. A los nueve capítulos iniciales, se unirían dos más en las nuevas versiones.
En Francia, Chaves Nogales formó parte del Comité Espagnol pour la Paix Civile et Religieuse, en el que diferentes intelectuales pidieron mediación internacional en la guerra. En 1938 empezó a publicar en su propia casa el diario 'Sprint', que hablaba de la situación en España a través de los exiliados, y en 1940, cuando los nazis entraron en París, salió para Londres. Unas semanas después, la Gestapo llegó a su domicilio parisino buscando a Manuel Durán, el seudónimo con el que había publicado sus artículos contra Hitler. En septiembre de 1941, en Londres, fue nombrado director de la agencia Atlantic Pacific Press, en la cual dio la oportunidad de escribir a exiliados como Cernuda o Salvador de Madariaga. Y colaboró activamente con la Society for the Protection of Science and Learning de Cambridge, que ayudó a huir a América a no pocos españoles ilustres. Cuando le encontró la muerte, en 1944, era director de su propio medio, la Agencia Manuel Chaves Nogales, y además corresponsal de Reuters. Ocho días después de muerto, el tribunal español de Represión de la Masonería y el Comunismo le condenó a doce años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos o privados. En su expediente se afirmaba que Negrín le había prometido un ministerio en España si los soviéticos triunfaban en Europa.
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