No he tenido un buen despertar en el día de hoy. Y no me refiero al climatológico, que también, sino a una noticia que saltaba a los medios y a las redes a media mañana: el fallecimiento del cardenal Carlos Amigo, y aún no siendo ... la persona más indicada para escribir su obituario, no me resisto a escribir unas líneas en su memoria.
Publicidad
Conocí a Carlos Amigo allá por 1991, cuando siendo yo consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León organizamos unas jornadas sobre las Tres Culturas en el Castillo de la Mota. En representación de los católicos invitamos a Carlos Amigo, por entonces arzobispo de Tánger, y dejamos en manos de las comunidades judía y musulmana la elección de sus representantes. Al final, la comunidad musulmana se negó a participar si lo hacían los judíos, por lo que al final el encuentro lo fue entre judios y cristianos. Y fue en esas donde conocí desde la cercanía a Carlos, del que tenía referencias dado que como mi familia procedía de Tierra de Campos, y como yo, era médico y comenzó a estudiar Medicina. Estudios que abandonó para ingresar en la Orden Tercera, siendo ordenado sacerdote en 1960.
En aquellas jornadas hablamos de los pueblos terracampinos y llegó a concluir que su abuelo y mi bisabuelo eran primos, algo que en verdad nunca me paré a investigar, pero lo que es más importante, tuve la oportunidad de descubrir a un hombre sincero como buen castellano y humilde como buen franciscano, pero sobre todo lo que me más me impresionó fue su oratoria: ni en el mundo académico ni en el político he conocido a nadie que dominara el castellano como el cardenal riosecano, a lo que había que sumar su porte físico que con su altura y vistiendo su sotana, impecablemente cuidadada por el hermano Pablo, impresionaba a sus interlocutores.
En una de aquellas conversaciones que mantuvimos en las jornadas le insinué que un hombre de su talla debería llegar a Papa, a lo que me contestó que había tres razones para que mis deseos no se hicieran realidad: era español, y en la Iglesia Católica no hay buen recuerdo de los papas españoles; era fraile y no cura, y tampoco los frailes tienen fácil su acceso al papado; y finalmente, con humildad franciscana, afirmaba no tener el nivel intelectual que se exigía para acceder a la silla de San Pedro, él que tenía tres licenciaturas. Y mis deseos no debían de ser muy equivocados, pues a pesar del siecreto, al que obligan los cónclaves, se afirma que en el que fue elegido Benedicto XVI hubo un grupo de cardenales que apostó por el riosecano.
Su permanencia como arzobispo en Sevilla durante 27 años dejó una huella imborrable, mereciendo los mayores reconocimientos en aquellas tierras por encima del color político de sus gobernantes, en reconocimiento a su tarea de modernización de la archidiócesis sevillana y al «aggionamento» de su Semana, impulsando la plena integración de las mujeres en cofradías y hermandades.
Publicidad
Desde entonces se estableció entre una sincera amistad, que me permitía presumir de tener dos amigos cardenales, Carlos Amigo y Ricardo Blazquez. De hecho, en algún momento de mi vida política en que soplaron los vientos en mi contra me llamó por teléfono desde el AVE Madrid-Sevilla para darme ánimos, y después tuve el honor de que me impusiera la Medalla de Camarero de Honor de la Virgen de San Lorenzo, patrona de Valladolid. Y en mi recuerdo, entre otros muchos, su magnífico Sermón de las Siete Palabras, en la Plaza Mayor vallisoletana en la Semana Santa de 2010, y su confesión de que se le saltaron las lágrimas cuando el cardenal Bergoglio, nada más ser elegido Papa, hizo público que elegía el nombre de Francisco para su pontificado, pero en memoria del santo franciscano, y no en el de San Francisco Javier, jesuita como el Papa electo.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.