Cantonalismos por pasar el rato

Intruso en El Norte ·
Que León es sujeto fundador de España se sabe; que Castilla es madre, también

Jesús Nieto Jurado

Valladolid

Domingo, 1 de diciembre 2019, 08:17

La España cantonal es imparable. Es el signo de los tiempos y la claudicación miope de un PSOE que, esta vez sí, nos lleva a todos al desfiladero, a la barranca, al precipicio o al 'nichi'. La cosa fue que nos dijeron que Teruel existía, ... y eso que nosotros lo sabíamos desde que fuimos a reconstruir la batalla y las andanzas de Norman Bethune en aquel invierno helado del 38. Teruel existía, claro, pero también el Pinar de Mi Lupo, la Confederación de Páramos Meseteños, la Sereníssima de Juan Carlos Aragón y la República Morantista del Bosquecillo de las Ventas.

Añadamos la Ciudad Autónoma de Cacabelos, el Puerto Franco de Torremolinos, la Ciudad Eterna de Mondoñedo, la Cofradía de Pescadores de la Maragatería y el Patio de Córdoba erigido en sujeto político con derechos que arrancan del solar visigodo.

Quiero decir que en este mapa que nos espera a Iberia, el PSOE se siente feliz. La mayor barrabasada queda amparada por el derecho consuetudinario de las bases variables, la masa con la que juega ese aprendiz de brujillo que es Iván Redondo. En esta sopa de ajo de la Pluriespaña están los eructos de Iceta, que siempre es feliz cuando todo está oscuro que cantaba la Carrá. Así las cosas, solo faltaba que saliera el munícipe de León, Pepe Tonino Díez, a rompernos por la mitad y a reeditar un leonesismo que ni está ni se le espera.

Que León es sujeto fundador de España se sabe; que Castilla es madre, también. De ahí que no se entienda que el alcalde leonés llame a la Región Leonesa a renacer de la inexistencia en una Asamblea de la Confederación Empresarial de Veterinarios, que es un foro identitario donde se resuelve el problema de España con un 'powerpoint' de rumiantes.

Flaco favor le hacen los socialistas al Estado autonómico –donde han nadado en la abundancia, especialmente en la Castilla del Sur con capital en Sevill– cuando intentan implosionar las regiones por ganar notoriedad. Después siguió la senda Pablo Fernández, que en las fotos nos da como un querubín de Boticelli a decirnos que claro, que sí, que es «interesante» pensar y repensar «de una vez» la Región Leonesa.

A mí, de todo esto, me subyuga el concepto repensar, que tiene connotaciones históricas que creo que se le escapan a mi generación, a la de Pablo Fernández y a la de todo el quincemayismo con más o menos canas que en lugar de la Sanidad Universal pierden el tiempo –y el oremus– en agitar pendones cuando ni es romería ni es fiesta sacramental.

Así que ya tenemos alforjas para el camino, sí, ahora que Maroto, el de Sotosalbos que pidió la anexión de Treviño a Vascongadas, se ha ido a Venezuela a que le tiren cacahuetes las hordas bolivarianas. Cada loco con lo suyo y que viva Cartagena, copón.