Borrar
Antonio de Torre
Café para llevar

Café para llevar

«La calle está llena de manos que pasean cafés que no apetecen. No se compran por la cafeína sino por las miradas perdidas y porque nos da igual ya uno que dos»

José F. Peláez

Valladolid

Martes, 17 de noviembre 2020, 07:54

Vienen por Labradores los profesores fantasmagóricos, las empleadas pobres de los comercios pijos y la lluvia blanda. Vienen también dos monjas negras que han venido a evangelizarnos, un taxista que se jubiló en verano y una mujer con pinta de puta. Hay dos niños que ... salen del túnel con cara de no ser conscientes aún todo lo que significa el túnel. Traen un balón, un patinete, dos mascarillas. Y viene también un chico que deja fuera al pitbull y entra a un salón de juego. Lo que no veo son funcionarios, no vienen funcionarios desde Las Delicias, se fueron todos en cuanto juntaron cuatro perras y pudieron abandonar el barrio de sus padres hacia el oasis social de una hipoteca entre el río y la vía. Y ahora Labradores es la Puerta de Brandenburgo, una frontera repleta de autobuses empañados, atascos los martes, duelos y quebrantos los sábados y ese olor perenne a adrenalina gris que deja tras de sí el tráfico lento.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Café para llevar