Cabreo
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«Entiendo el cabreo de los vecinos del barrio Belén, cansados de pagar las consecuencias de su aislamiento»Lamento ocuparme por segunda vez en menos de una semana del soterramiento, pero el presente reportaje es otra de las consecuencias del fracaso del proyecto original. Ajustándome al contenido del artículo entiendo el cabreo de los vecinos del barrio Belén, cansados de pagar las consecuencias ... de su aislamiento. Lo más chusco de este asunto es que los que se cepillaron el llamado Plan Rogers tienen que inventar ahora soluciones provisionales para resolver problemas que antes no existían. Si no fuera un asunto realmente serio que afecta a los que viven más allá de las vías, calificaría de broma tener que hacer una pasarela provisional para salvar las obras del túnel de la calle Andrómeda, que no debería existir. Dudo mucho que los actuales defensores del proyecto alternativo al soterramiento se arrepientan alguna vez de no haber tirado del carro de la única idea capaz de cambiar la ciudad por muchos años, pero empieza a ser normal que los políticos empecinados en dejar huella sean incapaces de apearse del burro.
Sin embargo, lo que hace más inviable todavía el futuro al que Valladolid tiene derecho a aspirar es que la alternativa de pasarelas y túneles de nueva construcción, además de cara y lenta de desarrollar, hará imposible volver atrás. Así que me sumo al malestar de los vecinos de Belén y Pilarica, de Circular, Delicias y La Rubia y de todos los pucelanos que esperábamos otra capital. Cada día me siento más Pepito Grillo.
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