Cuando emigramos, los españoles no solemos preocuparnos de hacer todo al pie de la letra, y la obligación legal de registrarnos en nuestro Consulado no supone una prioridad al no estar ligada la falta de registro a una sanción. Y, evidentemente, los emigrantes se registran cuando les apetece (si les apetece) o cuando lo necesitan, por ejemplo, para inscribir a tus hijos nacidos fuera del país… o por el 'brexit'. Y todos los emigrantes conocemos a más gente que no está registrada en el Consulado que la que sí lo ha hecho. Los gobiernos solo ofrecen recursos consulares relativos al número de españoles registrados. Y en el Reino Unido del 'brexit', la asistencia consular necesita un refuerzo.
El Consulado de Mánchester cerró en 2011, en plena época de una crisis que coincidía con el incremento más grande de españoles saliendo de nuestro país a buscarse el futuro, y el Reino Unido era en 2018, con los datos del INE de la mano, el país con mayor incremento de españoles en el mundo.
En 2016, tras el referéndum, la Embajada española mostró gran proactividad, creando la primera oficina de asistencia, llamada ventanilla única del 'brexit'. Fueron pioneros, y no hay muchas más embajadas europeas con un servicio similar.
Este año se nos sorprendió gratamente con la noticia de la reapertura de un Consulado en Mánchester, que nunca debió cerrar, tras las peticiones que hicimos el Consejo de Residentes de Edimburgo junto a Marea Granate Mánchester, y las propuestas que llevamos al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a través del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior. Todos estos movimientos reflejan que las instituciones prevén el problema que se nos viene encima a los españoles en el Reino Unido, con pérdida de derechos, trabas e imposiciones, y una crisis económica que va a afectar a las condiciones de vida y laborales de los que vivimos en la isla.
Como ejemplo, en mi experiencia como residente en el Reino Unido desde 1998, en 2002 disfrutaba de un tipo de cambio de la libra de 1,74 euros por cada libra esterlina. A finales de ese año, un salario con este tipo de cambio nos ofrecía una diferencia abismal con respecto a los sueldos de España. El cambio a 1,74 nos aseguraba un mejor retorno en la casa comprada o inversiones con respecto al pírrico 1,08 actual. Para no ser ventajista, podría usar en lugar de los datos de 2002 los de finales de 2015, cuando el tipo de cambio se situaba en 1,42.
La bajada del valor de nuestras casas o inversiones en el Reino Unido tras la decisión de salir de la Unión Europea se sitúa en el 30%, y esas casas podrían formar parte de la pensión que muchos tendríamos si decidiéramos vender para volver a España cuando nos jubilemos.
Pero quizás no solo el valor la libra sea el impedimento para volver a casa tras la jubilación, sino un nuevo sistema en el que se nos recortará la libertad de movimientos al no pertenecer a la UNE, y teniendo un sistema en el que los europeos en el Reino Unido no podamos cobrar fuera del país nuestra jubilación con la facilidad que el marco europeo nos permite ahora mismo. Y también habría que recordar que el sistema de pensiones británico no tiene nada que ver con el español, donde es más normal una pensión cercana al salario final de los jubilados.
La pensión máxima estatal en Reino Unido actualmente es 129 libras esterlinas a la semana, unos 600 euros mensuales, si se ha cotizado durante 44 años. Esta pensión, si no es complementada con una pensión privada, te asegura una bajada drástica del nivel de vida, que hace que muchos septuagenarios sigan trabajando lustros tras su retiro en cajeros de supermercados, limpiando, o en su propia empresa. Las 129 libras distan mucho de las pensiones en España, donde la mínima se sitúa en 155 libras y la máxima, en 535... cuatro veces más que en el Reino Unido.
Pero el 'brexit' trastoca los planes de los 'expats' británicos también. A su edad, la Unión Europea, con la libre movilidad, les permite acceder a sistemas sanitarios de países miembros con la EHIC (tarjeta sanitaria europea). Si no hay acuerdo y se retira la tarjeta sanitaria, dependerán de seguros privados, que en muchos casos implicarían una cantidad mensual que imposibilitaría que siguieran residiendo fuera de Reino Unido. El coste sanitario de los mayores británicos que emprenderían el camino de vuelta repercutiría directamente en un sistema sanitario como el NHS, que lleva más de una década perdiendo no solo enfermeros y médicos, sino presupuesto en términos reales, y que exigen más eficiencia y mayor productividad, cuando ahora se acercan al colapso técnico.
Ante un 'brexit' sin acuerdo, a los españoles en el Reino Unido nos quedará la esperanza de que en un futuro haya acuerdos bilaterales entre los dos países. Recordemos que España es el primer destino europeo de sus jubilados. ¿Por qué no se ha cerrado aún el acuerdo recíproco sobre los derechos de los ciudadanos?
Los europeos han creado organizaciones como los 3 Millions, y los británicos han creado Bremain in Spain, para solicitar que nuestros derechos no cambien (o al menos no drásticamente), pero para los políticos los derechos civiles y laborales no son una prioridad, oiga, que bastante tienen con intentar formar gobiernos o incluso estar de vacaciones sin haberlo logrado o sin haber resuelto el 'brexit'.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.