La brecha entre ganadería y sociedad

También más de la mitad de la población (54%) ignora que existe un periodo de seguridad antes de que un animal que ha sido medicado pueda ser sacrificado, lo que protege al consumidor de posibles restos medicamentosos. Quizás lo más llamativo es que sobre el controvertido asunto del bienestar animal, todavía un 25% de los encuestados piensan que los ganaderos no cuidan la salud y el bienestar de los animales. Es un dato muy significativo porque en esta estadística subyace la idea de que es un sector poco profesional, que descuida el producto que vende.

Aunque solo fuera por esto, nadie debería poner en cuestión el celo del ganadero en un asunto que redunda en su productividad y por ende en la rentabilidad de su negocio. Un 39% duda que las medicinas tengan un impacto significativo en el bienestar de los animales. ¿Cómo se puede pensar eso si tienen los mismos mecanismos de acción sobre los animales que sobre las personas, y no se pone en cuestión que mejoran sustancialmente nuestro bienestar? El 42% piensan que los ganaderos no aplican adecuadamente los medicamentos de acuerdo a las indicaciones.

Estamos en lo mismo: ¿Qué sentido tiene no cuidar lo que te alimenta? Al menos el 80% tiene claro que los animales saludables producen alimentos de más calidad. En el fondo, una visión poco esperanzadora, ya que tienen claro el papel que debe jugar la ganadería para producir alimentos de calidad, pero no tanto que el sector actúe en consecuencia.