En el edificio de unos amigos viven un loco y una loca cuya 'obligación' más rutinaria es dar de comer a las palomas. Como ambos ya han sido abroncados varias veces y denunciados a la Policía Municipal, preparan el abastecimiento con más sigilo que los ... planes de Putin para intentar ganar la guerra. Así, la señora utiliza un carrito de la compra con el fondo de la bolsa agujereado, llega al sitio elegido, echa dentro cebada, lentejas o maíz y riega de comida toda la plaza.
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El otro tipo es menos sofisticado porque, al parecer, se limita a tirar alimentos desde la ventana de su propia casa al patio comunal, que se llena de torcaces justo a la hora en que comienza la rebatiña, porque las cagonas tienen un reloj que señala la hora de su almuerzo.Y si alguno de ustedes piensa que me he equivocado porque el tema de hoy es la presencia, cada vez más numerosa, de ratas y cucarachas, los expertos aseguran que la comida sobrante que se tira a las aves es aprovechada por esos otros bichos tan repelentes.
Que, además, suben por las paredes y se cuelan por una ventana entreabierta o cualquier resquicio por pequeño que sea, lo que explica que de vez en cuando nos topemos con un simpático ratoncillo o un insecto rubio o negro corriendo por el suelo de la cocina. Ya sé que todos ellos son animalitos de Dios, pero se ve que prefieren la tierra porque el Cielo está muy alto para escalar hasta allí…
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