Si la memoria no me falla el primer coche que salió de la factoría de la carretera de Madrid, que entonces se llamaba Fasa, fue el 4/4, pequeño y bajito que se utilizó incluso como taxi aprovechando que el hambre no producía ciudadanos obesos ... incapaces de entrar. Comprarse uno estaba al alcance de muy pocos, y la mayor diversión de los pobretones de mi barrio consistía en comparar los carruajes de caballos y los coches que pasaban en una tarde por la carretera de Zaratán. A estas alturas del comentario no necesito decir que circulaban más mulas de carga que caballos fiscales.
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Durante años ese primer automóvil fabricado en Valladolid por una empresa francesa alimentó muchos hogares que, como he contado alguna vez, permitía a algunas amas de casa exigir buen género en las tiendas «porque mi marido trabaja en la Fasa, ¿sabe lo que le digo?». Es probable que aquellos primeros curritos de la cadena volvieran deslomados, pero sus mujeres presumían en la pescadería más que don Rodrigo en la horca.
Luego vinieron muchos más, primero con número (4L, R8, R12 y otros que no recuerdo) y más tarde nombres más o menos raros como Kadjar, Captur, Mègane o este último modelo bautizado Austral. Todos ellos forman parte de nuestra historia porque como reflexionaba don Miguel Delibes en el libro 'Fasa y el 4/4. Así comenzó todo': «Valladolid y Renault son uña y carne».
Y que sigan más bautizos y más modelos.
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