Alucinante, a lo que los políticos británicos dan importancia y a lo que no. Hace dos semanas, el ministro de cultura, Oliver Dowden, quedó tan preocupado con el culebrón 'The Crown' por pintar el matrimonio de Diana Spencer y Carlos de Inglaterra como un desastre, ... que sugirió a Netflix que avisasen al público de que la serie no es la verdad.
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El Gobierno actual de su Majestad teme que los jóvenes no sean capaces de distinguir entre realidad y propaganda, e insisten que solo avisar al principio de cada capítulo que «la siguiente historia está basada en hechos reales» no es suficiente. Creen que la serie sobre la familia real debe mostrar la letra 'F' por 'ficción' en el rincón de la pantalla, para dejarlo bien claro. De hecho, el guion no está tan lejos de lo que pasó en realidad entre el príncipe y la princesa de Gales. Su matrimonio sí fue un desastre, aunque solo para ellos mismos y no para el país entero, como el brexit.
Es increíble pensar que tanta ansiedad para mostrar una cosa honesta sobre las relaciones personales del clan Windsor viene de la misma banda de charlatanes que lleva años diciendo a la nación mentiras descaradas, cada una más grande que la anterior, sobre el Reino Unido y sus relaciones con la Unión Europea. Muchos han tomado su distorsión de los hechos muy en serio, tanto que ha sido el factor clave para convencerles de votar a favor de una salida británica de la zona de libre comercio más rica del mundo.
Boris Johnson y su peña de acólitos no tienen ningún pudor en denigrar a los vecinos. Con la ayuda de una prensa sensacionalista controlada por el antieuropeo Rupert Murdoch, y películas sobre la Segunda Guerra Mundial y Churchill, como 'Dunquerque' y 'El instante más oscuro', el narcisista Boris no se cansa de decirnos que Alemania está tomando el control de Europa a través de la UE. Sabe que sus acusaciones quiméricas de que los alemanes quieren quitarnos nuestra libertad le hacen ganar votos entre los ignorantes. Como todas las buenas mentiras, las de Johnson están basadas en hechos reales. Es cierto que Adolf Hitler quiso invadir Gran Bretaña, pero murió en 1945 y los tiempos han cambiado.
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Lejos de terminar, el brexit está a punto de empezar y los que lo han votado van a enterarse ya del gran error que han hecho siguiendo a un payaso sin escrúpulos. Seguro que no aceptarán la responsabilidad por el fiasco que ellos mismos han creado y echarán la culpa de su auto destrucción a la mismísima UE.
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