Hay cosas que no termino de entender: una, la terquedad del actual equipo de Gobierno en abandonar el soterramiento, y otra convocar una audiencia pública este mes para debatir sobre la integración ferroviaria, teniendo en cuenta que quienes la piden están a favor de enterrar ... las vías. El desconcierto que me provoca esta dualidad recuerda ese refrán según el cual no se puede estar en misa y repicando a la vez. De todas formas, y antes de seguir ganándome enemigos, fíjense que hablo del equipo que rige los destinos de la capital, del que forman parte dos grupos bien distintos: el PSOE y Valladolid Toma la Palabra. Conociendo algunos entresijos dudo que todos sus concejales estén de acuerdo en tirar a la basura el Plan Rogers a cambio de nuevos pasos o más túneles, como los de Panaderos.
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Ante una decisión tan decisiva para el futuro de la ciudad me pregunto a quiénes han escuchado antes de tomarla. A los votantes no parece, como lo prueba la convocatoria solicitada por la Asociación Antonio Machado, que coordina a todas las demás. Prometo no perderme el 25 de abril esa audiencia (acto de «oír a las personas») para anotar lo que piden unos y los motivos del consistorio para rechazarlo todo. Sé que es difícil, pero me encantaría que, después de atender a los vecinos, al menos una parte del equipo municipal considerara la posibilidad de estar en el lado equivocado de la historia pucelana.
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