Ata-Alma: ¡El espíritu de un equipo bien entrenado!
España asumió el compromiso de mejora de la salud pública que fijó la conferencia internacional de 1978
Javier Yepes Peñas
Miércoles, 29 de abril 2020, 07:14
Secciones
Servicios
Destacamos
Javier Yepes Peñas
Miércoles, 29 de abril 2020, 07:14
Ocurrió en Kazajistán entre el 6 y el 12 de septiembre de 1978 y fue, como recoge Wikipedia, «el evento de política de salud internacional mas importante de la década de los setenta». En ella participaron 134 paises y 67 organizaciones internacionales con ... una ausencia importante, la de la República Popular China.
Me estoy refiriendo a la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata. Fue organizada por la OMS/OPS y la Unicef y la patrocinó la entonces URSS. Su lema: 'Salud para todos en el año 2000'.
Yo, para entonces, llevaba dos años ejerciendo como médico rural en San Miguel del Pino y Villamarciel, mientras compaginaba, como podía, las labores asistenciales y de formación con mis aficiones futbolísticas de entrenador aficionado.
En ese tiempo, recién inaugurado el Hospital Clínico Universitario, intentaba aprender en la práctica diaria de la mano del doctor Jesús Molinero de Dios, un genio en lo clínico y mi hermano mayor espiritual en lo cotidiano, tutelado por don Ramón Velasco Alonso, el catedrático de Patología General. La sexta planta del nuevo hospital me ocupaba las primeras horas del día en la sesión clínica; luego, haciendo historias en la sala, mientras exploraba y veía explorar, mientras aprendía de todos para poder hacer las cosas un poquito mejor en la consulta. Entre las 8:30 y las 12:00 allí entretenía mi tiempo. De inmediato, a coger el utilitario con rumbo a Tordesillas y parada en Villamarciel.
Corrían tiempos de medicina artesanal, por lo limitadísimo del material disponible, vocacional y altruista en espera de tiempos mejores para los que iniciábamos la profesión. Hacías de médico y practicante, lo de enfermería era un lujo, y lo mismo te apuntabas a un parto sin desearlo que a una autopsia, aunque fuese de ayudante. Eso sí, con guantes y mascarilla de las sencillitas.
Pero sobre todo… los pacientes y la gente del mundo rural, que desde entonces me ganaron de por vida, te agradecían el esfuerzo con el aplauso de su sonrisa y un 'gracias don Javier'. Aquello era definitivo.
Y ¡ojo!, que como yo, otros muchos compañeros, jóvenes médicos, hacían sus horas como asistentes voluntarios con el único emolumento del pago en forma de conocimiento. Catorce años seguidos y el titulo de Internista fueron el premio. Éramos la avanzadilla de lo que posteriormente sería la Atención Primaria mientras nos constituíamos en Médicos Interinos de APD (Asistencia Pública Domiciliaria) pendientes de ganar una plaza en concurso oposición, para la que mientras tanto nos preparábamos. ¡Pero a lo que vamos…!
La declaración de Alma-Ata consta de diez puntos no vinculantes en los que se pretende sentar las bases para la construcción de un nuevo sistema de salud que permita el ejercicio pleno del derecho a la misma. No me voy a extender relatándoselos pormenorizadamente; léanse, ahora que hay tiempo, el documento abreviado en cuatro hojas, insisto Wikipedia, y entenderán, junto a la importancia de la Atención Primaria en Salud, el porqué de todo esto.
En la declaración, y en el punto VII en concreto, ya deja bien claro que la Atención Primaria debe prestar servicios de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud. Y en ese apartado, según pueden leer, CONFIA en los niveles locales y en los trabajadores de la salud, para incluir a –cito textualmente- «médicos, enfermeros, parteros, médicos auxiliares y trabajadores comunitarios, unidos en un EQUIPO BIEN ENTRENADO técnica y socialmente para responder a las necesidades de la comunidad».
Es evidente que la Conferencia no consiguió la meta de 'Salud para todos' para el año 2000. Sin embargo, en el último tercio de la década de los 80, los primeros centros de salud, urbanos y rurales, comenzaron a funcionar en la provincia de Valladolid. España sí que había asumido ese compromiso e iniciaba un camino decidido hacia la consecución de una sanidad pública de calidad y prestaciones excepcionales.
Del mismo modo, muchos de los que entonces hacíamos equilibrios en aquella nueva cultura sanitaria incipiente, pretendiendo encontrar algo distinto, han sido y son los padres de esta nueva forma de entender y atender la medicina en su raíz originaria. Es Atención Primaria por ser la primera de las atenciones al tiempo que la puerta de entrada del paciente en el sistema de salud. De ahí, y hasta llegar al especialista, el tramo que marque la lista de espera generada por la escasez de recursos humanos y materiales. Sin más.
Así pues, y aunque complazca y emocione el aplauso, igual de merecido que al del resto de los profesionales de la función pública y trabajadores que están cumpliendo con la tarea de mantenernos vivos y aprovisionados en lo material y en lo espiritual al tiempo que seguros en nuestros domicilios, esto se hace porque como dicen la voz popular… ¡es de ley!
Tan de ley, como el que se dote de una vez por todas, sin ambages ni excusas retóricas, de todo lo que en recursos humanos, materiales y de reconocimiento económico y mérito se necesita. Ahora mas que nunca, se le han visto las costuras al sistema, que no a los EPIS ni a los tan necesarios test, puestas de manifiesto en forma de improvisación y mala gestión al mas alto nivel nacional.
En este momento, en el cual la Atención Primaria en todos sus estamentos profesionales, se hace cargo a pie de campo de la tarea de despistaje y diagnóstico inicial de la infección por la covid-19, relanzando ante la opinión pública la decisiva trascendencia de su función, el primer nivel asistencial alcanza su verdadero estatus dentro de la profesión. Hoy somos mas equipo que nunca, por si a alguien le podía ofrecer dudas.
Eduardo, Alfonso, Pedro, Raquel, Siro, Verónica, Elpidio, Lucinio, Mari Ángeles, Ruperto, Alejandro, María José, Joaquín, Antonio, Milagros, Miguel Ángel, José Luís… Tantos y tantos, algunos ya no están, que habéis luchado tan denodadamente por que la Atención Primaria fuese lo que hoy es, aquello de Alma Ata no estuvo nada mal. ¿A que no..?
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.