Asumir y reflexionar

Pero, con todo, tampoco podemos quedarnos en que el bosque tiene árboles, y se hace necesario un poco de reflexión respecto a todo lo que ha sucedido.

Quizá un estudio de mercado, frío y numérico, no sea la herramienta ideal para tomar decisiones que afectan al bolsillo y al sentimiento. Hay que hacerlo, por supuesto, pero posiblemente en este caso ha faltado escuchar antes a representantes autorizados de los socios o, simplemente, atender con algo de cariño a las voces que dentro de la casa advirtieron de que podían producirse problemas.

Porque el problema no ha estado en el aumento del precio de los abonos. No. La raíz del malestar ha estado en la subida de los abonos de los críos y en que a muchos padres se les ha puesto en la disyuntiva de o ellos o sus hijos. Y cuando a un padre le pones en esa dialéctica, pierden todos: padre, hijos y club, porque al final no hay abono para nadie en la mayoría de los casos.

Una sociedad anónima deportiva no es una sociedad anónima al uso. Vive de los ingresos que genera, como cualquier empresa, pero posee un peso en el corazón de sus socios que ninguna marca podrá poseer jamás. Y si el socio del Real Valladolid, que protesta poco y se queja menos, ha sido capaz de levantar la voz, es porque se ha sentido herido y ninguneado. Ese ha sido el error. Afortunadamente no volverá a ocurrir. Seguro. El Real Valladolid es el primer club que posee Ronaldo y el primero que gobierna Espinar. Tienen todo el derecho del mundo a equivocarse. Pasemos página.