Además de sus dos primeras acepciones, hay una tercera de idiotismo, referente al lenguaje, que me hace gracia que se denomine con esa palabra. Así la define el diccionario: «Giro o expresión propios de una lengua que no se ajustan a las reglas gramaticales». Son ... construcciones de sintaxis anómala que sin embargo están admitidas; se emplean con cierta frecuencia, sobre todo en el lenguaje oral, donde están arraigadas las que no han caído en desuso, y tienen un sentido figurado más allá del literal. «A ojos vistas» es un idiotismo. También lo es la locución adverbial «a pie juntillas», que con asiduidad se usa en plural, desfigurando algo el idiotismo, como «a pies juntillas», ambas para referirse a lo que se cree de modo automático, sin necesidad de prueba o demostración.
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«Darse golpes de pecho» está muy bien; es querida por la gente farisea. Y no sé por qué se considera idiotismo «rasgarse las vestiduras», esta con raigambre entre el personal ofendido o escandalizado que tanto abunda. En 'Los Dalton van a México', uno de los guiones más divertidos que escribió René Goscinny para los cómics de Lucky Luke, el jefe de los bandidos mejicanos y Averell, el más lerdo de los cuatro hermanos Dalton, comparten una peculiar y desternillante idea sobre lo que son los idiotismos y sus ejemplos.
Las acepciones inherentes a lo que connota idiotismo son más obvias: ignorancia, la primera; idiocia, la segunda. No son intercambiables ni sinónimas. Hay personas ignorantes que no son tontas, y también idiotas ilustradas. La reciente ocupación tumultuaria del Parlamento, el palacio presidencial y el edificio del Tribunal Supremo en Brasil (los tres poderes) por parte de una horda fervorosa de Bolsonaro, hace pensar en el idiotismo en ambas vertientes a la vez, ignorancia y estupidez, tanto de la chusma asaltante como del desaparecido (del lugar de los lamentables hechos) prócer.
Como ya se ha dicho, las imágenes recuerdan mucho a las del asalto al Capitolio de Estados Unidos hace dos años, que también fue un intento de golpe al sistema democrático y una defensa energúmena de otro adalid del idiotismo por su incultura y precariedad de pensamiento. Ambos esperpentos, aunque son muy parecidos, no alcanzan la identidad de dos gotas de ginebra de garrafa, que diría el poeta Iribarren; en Washington hubo tiros y nueve muertos.
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Esos ignorantes aquejados de idiocia son muy peligrosos y no necesitan pruebas para movilizarse y estar motivados para linchar. Todos creen 'a pie juntillas' que a sus abominables líderes les robaron las elecciones y algunos de ellos aseguran que la Tierra es plana
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