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Ibarrola
Ardor guerrero

Ardor guerrero

El ridículo de las ocho seducidas por el infiltrado –dicho sea con doble intencionalidad–, es tan descomunal que solo puede justificarse por la estulticia imperante

Domingo, 12 de febrero 2023, 00:10

Parece que las facilidades que hay para tener acceso a relaciones carnales, que en mi juventud eran impensables, tienen ciertos recovecos de dificultad, pese a las redes, el acceso a plataformas programadas para ese fin, citas a ciegas, remedios para embarazos no deseados, reuniones multitudinarias ... en las que el idioma común es el sexo, dispositivos para citarse a golpe de dedo… Teníamos nuestros recursos, claro, y la dificultad no imposibilitaba encuentros placenteros, pero, por entonces, nos recreábamos en el mito de las suecas, que llegaban en verano desprovistas de prejuicios pueblerinos y, según nos contaban, se entregaban a los placeres carnales sin muchos miramientos… «Vale, vale, pero ¿dónde están las suecas?» ¡En Suecia! Aunque los sueños, sueños son, el mito de la rubia despampanante que recorría la península buscando al Alfredo Landa era muy recurrente. Hoy Internet ha desplazado a la imaginación.

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