El impacto que causa el enamoramiento, o la sensación de haber encontrado a tu alma gemela, dura lo que dura. Luego, amén de que el roce haga el cariño, casi todos caemos en la cuenta de que somos únicos y que el asunto gemelar en ... materia de tan sublime emoción es una metáfora. En esto de las ideologías, de las afinidades políticas, pasa un poco lo mismo, sobre todo cuando aquel a quien amas se echa un amante. Uno acaba siendo su único partido, si exceptuamos naturalmente a los cargos de confianza, los estómagos agradecidos, las cegueras de los votantes crónicos o de los que tienen edad de creer en los peces de colores. Lo verdadero es como el juego de los trileros, esa bolita en la que nos fijamos mientras el artista nos embauca con su rapidez gestual. ¿Dónde está? Lo verdadero es una lección aprendida y asentada en estos tiempos de pandemia y no reside precisamente en las alturas, en los presentimientos, en las proclamas o los pactos, sino que está en los laboratorios científicos, en las probetas, los reactivos, en la voluntad y disciplina de trabajo.

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No tengo ni idea de lo que pensarán los presidentes de las autonomías de las apariciones del presidente, que antes de consultar con ellos visita los hogares de los españoles como esta semana. Siempre portador de tragedias que enderezará, o bendiciones que impartirá, repeinado y bronceado, nos dice que está en ello, que no nos preocupemos, que lo tiene todo controlado. A estas alturas ya sabemos que la verdad es que quien está a pie de calle no es precisamente él, sino las autonomías, los ambulatorios, las carpas a las que no llegan las vacunas y la colección de escépticos que está fabricando la opacidad y el electoralismo de este Gobierno, que no sé de dónde saca para tanto como destaca.

Esta pandemia ha sacado a la luz muchas carencias, excesos e ineficacias políticas y, aunque no tengo mucha fe, debería revisarse el armario donde se guardan alimentos caducados e inservibles, no precisamente esenciales. Lo verdadero es que Pablo Iglesias cobrará durante quince meses 5.121 euros más 931,37 en concepto de dietas por ser diputado, siempre que esté en teoría sin trabajo, y lo verdadero es que un analista de laboratorio gana en España una media de 1.300 euros mensuales en jornadas de ocho horas y sin dietas.

Hubo un tiempo en que los pensadores pusieron toda su sabiduría en concebir pautas para dirigir la sociedad, para hacerla mejor y más vivible; Platón, Aristóteles, Chomsky y desde luego Maquiavelo. No sé si basta con apariciones para justificar lo complicada que es la vida fuera de los edificios públicos, de los foros, de los comunicados contradictorios y del toque de queda de la razón.

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