El ultraeurodiputado

Duele recordar que 5.873 vallisoletanos decidieron que este fulano tenía el cuajo moral suficiente –no te digo ya la capacidad– para representarlos en Europa y defender algún interés que no fuera el suyo.

Con todo, lo peor del esperpento ha sido ver su intento de reacción al contragolpe con un vídeo marca de la casa en el que, tras admitir todo lo que se le achaca, arenga a sus seguidores a que no paguen impuestos..Como él con su no-factura por cien mil euritos. «Todo impuesto que podáis evitar pagar, no lo paguéis».Un discurso ultraneoliberal, forma técnica y educada de decir ultracaradura, que va diez pasos por delante de la línea que marca la vertiente económica de Vox y, de una Ayuso a esta parte, cada vez más el PP, cuyos barones parecen haber entrado en una competición por ver quién reduce más los impuestos. Otra cosa es a quién se le reducen y cómo se hace luego para exigir mejor financiación al Estado mientras se reducen los ingresos propios.

La diferencia está, o debería estar, en que el ultraeurodiputado es un charlatán moderno de youtube y telegram, un aglutinador de cabreados que decidieron votar con las tripas y ahora tienen en Bruselas a un trampantojo. Los otros son partidos políticos que deberían poner más sensatez a la hora de hablar de los impuestos en un país donde alguien que se ufana de defraudar consigue 800.000 votos.