Mañuecosanchismo

SI Julio César se hubiera apellidado Sánchez, o Mañueco, el conspirador Trebonio, al blandir su daga contra él, habría tropezado, cayendo sobre Tulio, que sujetaba la túnica del emperador para que no pudiera levantarse de la silla. En la caída, Trebonio habría acuchillado accidetnalmente a ... Tulio en el cuello y el chorretón de sangre a lo Tarantino habría salpicado en el ojo a Décimo Junio, que de la impresión habría pegado un respingo y, al tener el brazo en alto y el puñal en la mano, habría atravesado el corazón de Casio. Con Bruto atónito y ojiplático como único superviviente atribulado de la masacre, Julio César le sostendría la mirada y le preguntaría con voz de Constantino Romero/Harry el Sucio: «¿Tú también, Bruto?». Una frase lapidaria que empujaría a Bruto a hacerse el harakiri apuñalándose con saña hasta la muerte.