25 años de innovación en COLLOSA: una mirada al futuro

Hace 25 años, en un momento en el que pocos en el sector de la construcción apostaban por ello, en COLLOSA decidimos dar un paso que marcaría nuestro rumbo: crear un departamento de I+D+I y un laboratorio propio de control de materiales. Sabíamos que la innovación debía ser parte de nuestro ADN, un factor diferenciador. Tuvimos la convicción de ser una constructora 'con materia gris' que no solo ejecuta, sino que investiga e innova para anticiparnos y ofrecer soluciones a las demandas de la sociedad.

Desde entonces, nuestra área de I+D ha llevado a cabo cerca de 60 proyectos que han contribuido al desarrollo de una construcción más sostenible, eficiente y digitalizada. Nuestros esfuerzos han estado enfocados en la sostenibilidad y la eficiencia energética, respondiendo a los grandes retos del sector. Desde nuestros primeros pasos, cuando innovar significaba introducir materiales más duraderos y respetuosos con el medioambiente, hasta hoy, en que la digitalización y la inteligencia artificial nos impulsan a nuevos niveles, nuestro compromiso con la mejora ha sido constante.

Algunos proyectos emblemáticos, como el proyecto Fénix y Battle CO2, reflejan nuestro enfoque en reducir el impacto ambiental y mejorar la eficiencia de nuestras operaciones. En Fénix, trabajamos en el análisis del ciclo de vida y la sostenibilidad de mezclas asfálticas, y en Battle CO2 logramos reducir en un 80% las emisiones de CO2 en planta mediante el uso de biomasa en lugar de combustibles fósiles. Estas iniciativas nos han permitido ser pioneros en España en obtener una declaración ambiental de producto, una muestra de transparencia y compromiso ambiental que se adelantó cinco años a las normativas del sector.

No menos importante ha sido el proyecto Biotun, donde estamos aplicando lignina, un subproducto de la industria papelera, como bioligante en mezclas asfálticas, una alternativa más ecológica al betún tradicional. O el proyecto Cónica, en el que empleamos visión artificial para detectar situaciones de riesgo en carreteras, que representa nuestro impulso actual hacia la digitalización y automatización de los procesos.

Siempre hemos perseguido ir un paso por delante. Cuando nadie hablaba de economía circular en 2002, COLLOSA ya construía carreteras con mezclas asfálticas fabricadas con betún caucho. En 2004, cuando nadie utilizaba el hidrógeno como vector energético, nosotros ya lo generábamos a partir de una pila de combustible y un electrolizador, lo que nos ha valido para construir este año la primera planta de H2 de Castilla y León para Redexis. En 2009, cuando nadie se planteaba la eficiencia energética en construcción, comenzamos a levantar edificios bioclimáticos como el edificio Envite en Valladolid. Asimismo, en 2018 ya utilizábamos la inteligencia artificial para la toma de decisiones de mantenimiento de la carretera, o la medida de la concentración de sal residual en las vías durante los trabajos de viabilidad invernal.

Nuestro compromiso con la innovación nos ha valido numerosos reconocimientos, como el Premio de Investigación del Consejo Social de la Universidad de Valladolid en 2020 por nuestra activa participación en proyectos de investigación, desarrollo científico e innovación tecnológica.

Hoy, cuando la sociedad demanda un cambio en el sector hacia prácticas más sostenibles y tecnologías avanzadas, COLLOSA se presenta en una posición de fortaleza. Nuestra experiencia nos permite iniciar este nuevo ciclo con confianza, preparados para seguir siendo un referente en innovación en infraestructuras. Nos sentimos profundamente orgullosos de estos 25 años de innovación y con la convicción de que nuestra mirada hacia el futuro seguirá impulsando cambios positivos en el sector.

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