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La trilla ·
«Es esencial que el consumidor no tenga duda de lo que compra, y el texto e imágenes de las etiquetas deben expresar de forma clara e incuestionable la composición de la misma»El Parlamento Europeo ha adoptado una controvertida y, tal vez contradictoria decisión, sobre lo que puede o no puede ser denominado hamburguesa. La Eurocámara rechazó la enmienda que proponía prohibir este término u otros como el de salchicha, para productos que no sean elaborados con ... carne. Buena parte de los eurodiputados de partidos ideológicamente muy separados, como Partido Popular y Podemos, En Comú Podem, Bildu o ERC, han estado mayoritariamente a favor de que se mantengan en los lineales la hamburguesas vegetales. Una disposición que el Consejo Europeo todavía podría intentar frenar.
Además, hay que reconocer que los nombres alternativos propuestos han sido bastante desacertados. No era sencillo ver con buen ojo gastronómico el que alguien comiera discos, cilindros o tubos, denominaciones mucho más próximas al sector industrial. En España sí hay un Real Decreto que limita el uso de las denominaciones cárnicas a los productos de origen animal.
La segunda, que en el conflicto de la leche y la mantequilla sí se consiguió restringir el uso de estas palabras a aquellas de origen animal, prohibiendo su uso para productos similares a la vista como los obtenidos a partir de la almendra, soja o tofu. Es esencial que el consumidor no tenga duda de lo que compra, y el texto e imágenes de las etiquetas deben expresar de forma clara e incuestionable la composición de la misma.
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