
Alguien voló sobre el nido del cuco
Rincón por rincón ·
Aparece la presencia de la Unión del Pueblo Leonés como gran interroganteSecciones
Servicios
Destacamos
Rincón por rincón ·
Aparece la presencia de la Unión del Pueblo Leonés como gran interroganteEn plena edad de la inocencia nada parecía más maravilloso que subirse a aquel taxi. Era un Seat 1500, negro pulido, de tapacubos brillante y ... llamativo frontal. Deslumbraba. En el interior, madera fina y radio central, con un cuentakilómetros horizontal que marcaba la velocidad con una línea roja que parecía mágica por su facilidad para esconderse siguiendo las órdenes de aquel taxista bonachón y de buena conversación.
Confirmada la repetición electoral, certificada la convocatoria para el próximo 10-N y con la maquinaria de los partidos 'engrasada', se abre el tiempo de los candidatos para buscar acomodo en las nuevas papeletas que se acercarán a los electores. La lucha que se vive cada cuatro años se recrudece ahora, cuando los plazos se acortan. No hay sillas para tantos pretendientes. Como en la cinta de Milos Forman, 'Alguien voló sobre el nido del cuco', la secuencia amenaza con una batalla final.
En el caso de León la práctica totalidad de los nidos están tranquilos, con los polluelos alimentados y creciendo debidamente a la espera que de nuevo se conozca los resultados de un recuento que en todo caso se ciñe a los cuatro diputados y senadores adjudicados a la provincia.
Hay paz en todos los escenarios, menos en uno. En el nido del PP no hay espacio para tanto candidato. Es imposible dar cabida y acomodo a nuevas y viejas generaciones, así que no queda otra que recolocar a los protagonistas, los que entran (o los que lo pretenden) por los que salen. No están los populares leoneses para presumir de resultados, ni mucho menos. Se mire por donde se mire, la última cita con las urnas tuvo un aire de 'repaso' monumental para quienes se presentaban bajo las alas de la gaviota. Las mejores plazas, las de más poder, se desmoronaron con el seísmo.
El efecto se hizo igualmente visible en la representación nacional, reducida hoy a una única diputada y a un único senador. Casi cinco meses después de aquel naufragio electoral, una buena parte del PP leonés pide un cambio en las fotos, adiós a Carmen González Guinda y a Javier Santiago Vélez. El empeño de sus compañeros de partido por enviar a ambos a la papelera de reciclaje es directamente proporcional al esfuerzo notable de los dos por mantenerse al frente de las listas al Congreso y al Senado, sin duda visible en la fotografía de representantes nacionales realizada esta misma semana junto a su líder, Pablo Casado. Allí estaban ambos escoltando al líder, ¿o al contrario? La foto en sí misma era un mensaje.
León, que es un campo de batalla en la sede de los populares, verá quién se alza ganador de una campaña en la que el exalcalde de la ciudad –Antonio Silván– tiene especial empeño. Y no es el único, desde luego. Guinda y Vélez tienen muy difícil salvar su foto.
Hay otros escenarios y todos serenos. Nadie discutirá, sin embargo, el liderazgo de Javier Cendón en el PSOE, la fortaleza de Justo Fernández en Ciudadanos o la confirmada presencia de Ana Marcello en las filas de Podemos.
A las incertidumbres propias de una cita tan apasionante como cansina, por mucho que pueda parecer una contradicción, y entre los claroscuros políticos, aparece la presencia de la Unión del Pueblo Leonés como gran interrogante. Hubo un tiempo en el que la formación leonesista pudo romper la barrera de los 40.000 votos, los mismos que ahora le acercarían a obtener un diputado tan disputado como sorprendente. Tiene valor dar un paso al frente cuando el escenario es tan adverso, pero ese atrevimiento, que nunca debería ser confundido con irresponsabilidad, enfrenta al leonesismo a una oportunidad única para reivindicar y reivindicarse.
Tendrá valor el número de votos que terminen en su saco, Casi tanto valor como el número de oportunidades que podría restar al resto de fuerzas políticas hoy con representación. La clave, de largo, la persona que encabece una lista que, según se asegura dentro del partido, está llamada a hacer historia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.