¿Hay alguien ahí?

No es nuevo, pero sí real. El último apunte al respecto ha llegado de la mano del Instituto Nacional de Estadística, que evidencia lo que ya se sabía y a lo que nadie, por mucho que se incida en lo contrario, quiere poner arreglo.

El Reino de León, ese viejo reino que a regañadientes se reconoce en las instituciones, se muere con la complicidad de quienes deberían arbitrar medidas para corregir desequilibrios históricos agravados por la desconfianza, el centralismo feroz y la indiferencia ignorante.

La evidencia es tal que hoy León encabeza el ranking autonómico (no regional) de pérdida de población en el último año. Y tan grave es la situación que tres de cada diez personas que 'se evaporan' del censo pertenecen a esta provincia.

En León y solo en León se perdieron en el último año 3.840 habitantes, algo más de diez cada día. La próxima semana, a estas alturas, León tendrá 73 personas menos en sus registros oficiales y cuando el nuevo gobierno de Alfonso Fernández Mañueco cumpla su primer mes de legislatura en esta provincia se habrán perdido 315 personas.

Se puede ignorar la cuestión, acudir a la retórica para asegurar que esta es otra pandemia nacional o remarcar el manido mensaje de «estamos trabajando en ello».

No, en León no se hace nada, o poco para lo que la provincia necesita y que solo es, en paralelo, similar a las necesidades de otra provincia de esta comunidad: Zamora. El caso de León es sangrante, el de Zamora clama al cielo por esa sensación de desprecio que se hace intolerable.

El oeste de la comunidad precisa con urgencia de una discriminación positiva, de una acción conjunta que supere con creces los rancios pensamientos de unos gobernantes envueltos en un discurso desgastado por el tiempo y la estadística.

Es cierto, todas las provincias de Castilla y León perdieron población en el año 2021, pero León ha sido la más perjudicada y ha perdido más habitantes que Burgos y Valladolid juntas. Y no, no es una comparación odiosa e insolidaria. Solo es la realidad.

A las provincias del viejo reino, salvo Salamanca, se las maltrata cuando no se comprende ni sus necesidades ni sus urgencias, se las ignora cuando se califica de 'mal de todos' una despoblación que en León tiene unas causas singulares y unas soluciones que nunca se toman.

Solo algunas cuestiones, como ejemplo de este olvido que hace cada día más diferentes a los leoneses y a los castellanos. ¿Dónde está el hub agroalimentario que Juan Vicente Herrera comprometió para el Bierzo? ¿Recuerdan que era un hub que iba a relanzar la comarca, generar actividad, empleo y riqueza en una medida que suplementaria la pérdida de un sector estratégico como la minería? ¿Dónde está Torneros? ¿Dónde está la ciudad del mayor? ¿Dónde está las autovías para León y el Bierzo, esas que vertebrarían la comunidad?

¿De verdad León no debería tener una discriminación positiva? ¿De verdad nadie se da cuenta de lo que está ocurriendo? ¿Tan ciegos estamos?

Mañana es martes y León tendrá 10,5 habitantes menos que hoy. Un placer.