![Los dos rombos de Mary Poppins](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/02/28/1478118929-koAF-U2101683100188l1C-1200x840@El%20Norte.jpg)
![Los dos rombos de Mary Poppins](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/02/28/1478118929-koAF-U2101683100188l1C-1200x840@El%20Norte.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Normal. Y ya iba siendo hora. Un personaje tan deleznable y pernicioso como Mary Poppins suelto por ahí sin nadie que le ponga los merecidos grilletes. ¡Maldito Disney! Pervirtiendo por siempre las infancias de millones de tiernos párvulos que, a buen seguro, verán trastornadas sus ... limpias y puras miras por letras tan malsanas como esa que dice que «con un poco de azúcar esa píldora que os dan pasará mejor». ¡Haciendo apología de las calorías vacías y de quién sabe qué medicamento financiado por una malintencionada farmacéutica! Todavía si dijeran algo similar a «con una pizca de fructosa natural asimilarás mejor esa tisana de grosella negra»… pero nada. Que no rima, responden. Así que estoy absolutamente de acuerdo con lo que la Junta Británica de Clasificación Cinematográfica ha decidido: ojito con esta película, que trae mucha mala baba.
A partir de ahora, nada de dejar a los chavalines que la vean solos. Acompañados siempre de un adulto que, a ser posible, sea agente de igualdad, de fraternidad o de lo que carajo toque. De libertad, no, que eso se lo ha quedado Milei. Es que es lógico; mi generación veía con sus padres las de Pajares y Esteso, y así hemos salido. La deconstrucción de nuestra personalidad es más necesaria que nunca. Ya empezaron estos agudos anglosajones modificando la obra de su compatriota Road Dahl y desterrando de sus libros términos tan avinagrados y rudos como «gordo» o «feo». ¡Imagínense que un pollito de corta edad lee (leer, qué disparate) estos panfletos infames y se le ocurre repetir semejantes mofas a sus compañeros! En breve, y merecidamente, le tocará a autores icónicos de las letras españolas, como Gloria Fuertes, porque hay cosas que no se pueden permitir. «Con mis ojos veo todo, con la nariz hago ¡achís!, con mi boca como palomitas de maíz». Miren, imperdonable. En primer lugar, burlándose de miopes e hipermétropes y haciendo gala de su perfecta visión. ¡Egoísta! En segundo, y abundando en lo tratado al inicio de este artículo, pasándose a todos aquellos que tienen la tensión alta por el arco del triunfo y promoviendo el consumo de granos de maíz atiborrados de sal. Un abuso de su posición de poder y un choteo total a costa de tantas personas con salud delicada.
Esta semana decidí repasar cuántos errores manifiestos contiene el film protagonizado por Julie Andrews, y es agotador y deprimente. El almirante Bloom, el de los cañonazos, usa la expresión «hotentotes» para referirse a unos críos cuando sus rostros están ennegrecidos por el hollín. ¿Pero qué tipo de desprestigio racial es este? ¿Queda alguien en 2024 que no sepa que ese nefasto vocablo era utilizado por los colonos neerlandeses para referirse específicamente a los miembros de la comunidad khoikhoi, quienes poblaron desde inicios del siglo XIX la África meridional? ¿Es lo que queremos, que nuestros hijos griten desaforadamente eso cuando se crucen con alguien de raza negra? Y, esperen, lo del tizne va aparte. El sucio comediante interpretado por Dick Van Dyke canta alegremente: «aunque viva ahumado el deshollinador, no hay hombre en el mundo con tan buen humor». ¿En qué cabeza cabe, sufriendo en nuestro entorno las consecuencia del inminente cambio climático, tal ponderación de la quema de combustibles y su consecuente contaminación atmosférica? ¿Es que nadie va a poner coto a esta barbarie? Pues sí, la Junta Británica de Clasificación Cinematográfica.
Estoy por escribir una misiva a los miembros de tan dilecto comité y aconsejar la recuperación de aquellos dos rombos que guiaron nuestros sábados por la noche frente al televisor. Qué tino el de aquel funcionario del Comité de Censura al colocarlos cuando iba a comenzar una de Charles Bronson en la que disparaba a todo el que se le ponía por delante, o al empezar El golpe, para que a nadie se le ocurriera imitar las ilegales estafas de Newman y Redford. Hay que enseñar a los niños a pensar. Y, sobre todo, hay que enseñarles qué deben expulsar de su pensamiento crítico. Y si para ello ayuda que James Bond tome Mirinda en lugar de Dry Martini, o que se cambie el horripiludo Diez negritos de Agatha Christie por un título más adecuado y conciliador con lectores sensibles como Y no quedó ninguno, sea. Es más, ya puestos, que piensen en todos los chavales que con la actual LOMLOE van a terminar la etapa educativa obligatoria con una lectura comprensiva lejana a lo excelente y cercenen palabros tan dificultosos como supercalifragilisticoespialidoso. Vergüenza debería darles.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.