Secciones
Servicios
Destacamos
Que Castilla y León es un granero de votos ya lo sabíamos, pero a veces es doloroso y triste constatarlo con toda su crudeza y ver cómo el PNV, el BNG, los independentistas catalanes e incluso Coalición Canaria han conseguido, a cambio de su apoyo ... a Sánchez, cesiones, inversiones e infraestructuras. ¿Quién defiende los intereses de nuestra región en el parlamento nacional? Ya se lo digo yo a ustedes: nadie.
Los diputados que la gente de aquí, candorosamente, manda a Madrid deben obediencia a los líderes. Han de votar al unísono y, cada mañana, reciben en sus lujosos teléfonos móviles (los financiamos nosotros) un argumentario con las respuestas que deben dar a los medios de comunicación sobre los temas más candentes. Son títeres con sueldos desmesurados y la disidencia se paga con la defenestración automática.
Con un sistema de listas abiertas, donde los políticos tuvieran que rendir cuentas a sus electores y no al aparato del partido, se podría seguir un criterio propio y votar en conciencia. Eso sí sería una democracia de verdad y no este circo estrepitoso con leones de bronce a la puerta.
Yo lo de Pedro Sánchez no lo acabo de entender: desencadenar este terremoto volcánico sólo para arañar un poco más de tiempo en la Moncloa, cuando él, con los contactos que ha hecho, tiene la vida resuelta en algún organismo hipertrofiado y medio letárgico: Unión Europea, Naciones Unidas, OTAN… Para ese tipo de puestos, Sánchez cumple todos los requisitos: habla bien inglés, carece de escrúpulos y es fotogénico (y la política, en el siglo XXI, consiste básicamente en fotografiarse por aquí y por allí: un escaparate sin sustancia).
Sánchez ha llevado al PSOE a su particular Waterloo. Cuando él se vaya, los que queden tendrán que resetear el partido para recuperar su esencia. No va a ser fácil. A lo mejor les interesa cambiar de siglas, como hicieron sus socios de Junts, que antes se llamaban Convergencia y Unión, hasta que, salpicados por tanta corrupción, decidieron rebautizarse para lavar su imagen.
A muchos socialistas vender esta moto de la amnistía les está costando un huevo. En las ruedas de prensa, son enternecedores los esfuerzos de Patxi López por contener las náuseas; me encanta esa cara que pone de estar a punto de vomitar toda la ristra de sapos que lleva tragándose semanas.
Aguardo ya con impaciencia el momento en que los partidos de izquierda de Valladolid, después de haberle besado los pies a la burguesía supremacista catalana (que, básicamente, nos considera basura), vengan a pedir el voto a mi barrio.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.