Si hay algo que funciona bien en España, es el turismo, desde su versión más bulliciosa y litoral hasta la modalidad más austera y mesetaria. «No la toques más, que así es la rosa», dejó escrito Juan Ramón Jiménez; pero el ministro Marlaska se ha sacado de la manga una nueva norma de registro de viajeros en hoteles ... y similares y el sector anda agitado. Si esta recolección abusiva de datos la planteara un gobierno de derechas, tendríamos manifestaciones en las calles y huelga de estudiantes.
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En los alojamientos siempre te han pedido el DNI. Ahora te van a exigir además el número de cuenta bancaria, de tarjeta, correo electrónico, teléfonos… Un montón de información sensible que, en malas manos, puede provocar averías económicas importantes. Es algo sin equivalente en el contexto europeo y la prensa británica ya habla del 'Gran Hermano español'. Muchos turistas elegirán otro destino de vacaciones donde un agente de la Gestapo no les interrogue al registrarse en un hotel.
El pretexto de este nuevo invento es combatir el terrorismo, que es la excusa que ponen siempre los individuos con tics totalitarios para husmear en las vidas de los ciudadanos. Esta medida a los terroristas les resbala, porque ellos manejan documentación falsa.
Si instituciones y empresas con amplios presupuestos y personal especializado en ciberseguridad son frecuentemente hackeados, imaginen el Hostal Conchita (nombre ficticio), al que van a obligar a almacenar durante tres años los datos de los viajeros en su ordenador con el Windows sin actualizar y un antivirus muy bueno que regalaban comprando una revista de informática. Gracias a Marlaska, se van a multiplicar las estafas y las usurpaciones de identidad.
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¿Y qué pensará Pedro Sánchez de todo esto? Pues yo creo que nada, porque él está ensimismado en su estrategia para seguir en el poder y ya les anticipo yo cuál va a ser el eje de su próxima campaña: Franco.
El año que viene se cumplen 50 años de la muerte del dictador y el Gobierno ya prepara una larga ristra de actos que van a dejar claro el mensaje: o Pedro Sánchez sigue de presidente o Franco volverá de una u otra forma. Retransmitieron el traslado de sus huesos como si fuera una etapa del Tour de Francia; ahora, los asesores científicos de Moncloa intentarán clonarlo, mezclando sus genes con los de una rana, para que acuda de invitado a 'La Revuelta' y la gente vea que la amenaza es muy real. Le preguntarán por su vida sexual y por su dinero, aunque no sé para qué, porque esos datos, y los de todos los españoles, ya los tendrá Marlaska recopilados.
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