El estilo español

En nuestro país, tristemente, nos hemos acostumbrado a que un debate degenere pronto en griterío inútil. Es el estilo español, ese duelo a garrotazos que ya pintó Goya, esos conejos de la fábula de Iriarte que pierden el tiempo discutiendo si lo que se aproxima son galgos o podencos. Es la ineficacia absoluta, la Tomatina de las ocurrencias, el ego siempre por encima de los intereses colectivos. En Valencia, había una docena o dos de políticos para ocuparse de un mismo asunto y el resultado han sido más de doscientas muertes que se podían, en su mayoría, haber evitado. Cuando escribo estas líneas, nadie ha dimitido todavía y ningún responsable ha sido acusado formalmente de negligencia criminal.

Cercano a nosotros, menos macabro, pero igual de lamentable, tenemos el pulso entre el senador Jesús Julio Carnero y el 'influencer' Óscar Puente. Al final, me temo que Valladolid se va a quedar sin soterramiento, sin integración ferroviaria y a lo mejor hasta nos toca pagar alguna multa sustanciosa y absurda. Y la culpa la tendrá el cambio climático o la contradicción entre persona y personaje.

Esta desquiciante forma de organizarlo o desorganizarlo todo se está reproduciendo a escala cada vez más pequeña. En mi comunidad de vecinos, aparte del presidente, tenemos ya siete vicepresidencias (y un equipo de trabajo dedicado a homologar los felpudos) y cada piso tiene competencias transferidas, con lo cual va un poco a su aire. Hace dos meses se nos fundió una bombilla del portal y andamos en ello: hemos nombrado una comisión para que seleccione un comité que encargue un peritaje externo a una consultora de Madrid para determinar la 'hoja de ruta' que debemos seguir.

Tengo cuatro trabajos, a cuál más infernal, para poder afrontar las elevadas cuotas que sostienen el tinglado. Con un poco de suerte, para el otoño de 2026, si no nos lo paraliza alguna enmienda o veto y superamos las pruebas de impacto medioambiental, volveremos a tener luz al apretar un botón. Nos dicen nuestros asesores que eso colocará a nuestro portal en el pelotón de cabeza de los portales de Europa.