

Secciones
Servicios
Destacamos
En un solar del barrio de Las Delicias, en Valladolid, cerca del hospital nuevo, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones quiere construir un centro de refugiados con capacidad para 200 personas ... . Supongo que, una mañana, alguien muy importante se levantó de la cama con la idea palpitando dentro de su cabeza, hizo algunas llamadas de teléfono y llegó a la conclusión de que, de los más de quinientos mil kilómetros cuadrados que tiene España, este centro había que construirlo en mi barrio.
La decisión, que no es definitiva, se tomó a espaldas de los vecinos, que están mayoritariamente en contra del proyecto. Cualquiera que pasee por Las Delicias sabe que el barrio es ya un gran centro de acogida, mucho más que Parquesol o Villa del Prado, por poner sólo dos ejemplos.
El mío es un barrio de inmigrantes, primero procedentes del éxodo rural y ahora procedentes del éxodo global. Ambos, refugiados e inmigrantes, tienen razones de peso para marcharse de su lugar de origen, porque hay muchos puntos del planeta donde, literalmente, no se puede vivir. Yo estoy a favor de que la gente cruce fronteras en busca de un futuro mejor, para empezar porque yo mismo fui inmigrante en otro país. Los movimientos migratorios son la nueva lucha de clases. Otro debate, que dejamos pendiente para otro día, es cómo regulamos ese flujo humano.
Lo que me pregunto aquí es por qué sólo se acuerdan de Delicias, un barrio con bastantes carencias, para este tipo de infraestructuras. Hace una década nos intentaron colar un centro de venopunción para toxicómanos (algo que no contribuye precisamente a erradicar el narcotráfico); el vecindario, al unísono, se movilizó y consiguió pararlo.
Pretender construir en Delicias este Centro de Acogida es un acto de prepotencia institucional y de clasismo rancio. Hasta el barrio se acercaron un día algunos representantes políticos para intentar vender las bondades del invento. Bajaron temporalmente de su nube y trajeron sus ordenadores portátiles cargados de propaganda y la gente del barrio les habló de la realidad. No hubo entendimiento. El único argumento sólido habría sido que vinieran miembros de las asociaciones vecinales de Vallecas, donde ya se ha levantado un centro parecido a este, para decir que están encantados. Se ve que no encontraron a ninguno. Una vez que los políticos se hacen las fotos y las oenegés pillan las subvenciones, los problemas cotidianos (porque siempre los hay) se los comen, con patatas, los que viven en la zona.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una moto de competición 'made in UC'
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.