La semana deja, por fin, una noticia esperanzadora ante los inconcebibles planes de Ciudadanos en la Junta para dejar sin servicio médico de calidad a los habitantes del medio rural. Si el PP no sale de su inconsciente respaldo a Francisco Igea y Verónica ... Casado, los dos consejeros de Sanidad que tiene la Junta de Castilla y León (el primero, sin tener el cargo es de facto el cerebro y la segunda, la ejecutora de los planes), a partir de la puesta en marcha del nuevo programa de sanidad rural tendremos en esta comunidad vecinos de primera división, los de las 14 localidades de más de 20.000 habitantes, los de núcleos de población de hasta 4.000 y aquellos en los que se asienta un centro de salud pese a no tener tanta población; no habrá vecinos de segunda división, como hasta ahora, porque lo único que queda en muchos pueblos como servicio esencial es la sanidad, el consultorio, y Ciudadanos, con Igea y Casado a la cabeza, pretende vaciarlos, aunque los deje abiertos; y se creará la categoría de vecinos de tercera división, los de los pueblos pequeños, aproximadamente el 95% de los núcleos de población.
Esta semana ha habido un lector que ha enviado a este cronista un par de fotografías del todavía 'no cerrado' (terminología igeniana y casadista) consultorio de su pueblo, en la localidad terracampina de Ceinos, en la mismísima nacional Valladolid-León. Sus padres tienen ya una avanzada edad, pero decidieron en su día seguir viviendo en su localidad. Solo precisan de médico, enfermero y farmacia como principal necesidad vital. El resto de necesidades tratan sus hijos de que estén perfectamente atendidas. Faltaría más. Pero los hijos ni son médicos, ni enfermeros ni farmacéuticos y residen, por trabajo, fuera de la localidad. Hace unos días, uno de los hijos se dirigió al consultorio todavía 'no cerrado' (terminología igeniana y casadista) de su pueblo y se encontró con este cartel: «Para paliar la deficiencia de consultas por libranzas y festivos, esta semana habrá consulta médica el lunes 2 y el jueves 5 de diciembre». Escrito con ordenador. Pocos días después, volvió a acercarse a ese consultorio todavía 'no cerrado' (terminología igeniana y casadista) y se encontró, esta vez escrito a mano, otro letrero: «Aviso: el jueves 5 de diciembre no habrá consulta de Enfermería (Practicante) por descanso post-guardia. Aviso a Villalón 983 740 169. Disculpen las molestias». Si tenemos en cuenta que el 5 era víspera de macropuente, Ceinos está sin consulta de enfermería cinco. Como haya otro descanso post-guardia...
De muestra, un botón. No es lo habitual, dirán los consejeros de Sanidad Igea y Casado (con el silencio cómplice de los populares, encabezados por el presidente Alfonso Fernández Mañueco, convenientemente secundado por su consejero de políticas municipales, Ángel Ibáñez). Pero la realidad es tozuda y refrenda la verdad: lo del consultorio de Ceinos de Campos esta semana es el pan nuestro de cada día en la (des)atención sanitaria rural en estas tierras. Es más, hay casos que refrendan que lo de Ceinos es, de los males, el menor. Pues imagínense cuando pongan en marcha el 'no cierre' (terminología igeniana y casadista) de los consultorios!
Pero, y esta es la buena noticia de la semana política, se confirma lo que en esta misma columna se apuntaba hace siete días: Los alcaldes son la gran esperanza de los pueblos para la no aplicación, tal y como lo han concebido los dos consejeros de Sanidad que tiene Castilla y León, del plan de 'no cierre' (terminología igeniana y casadista) de los consultorios. Con Javier Faúndez, regidor de Trabazos a la cabeza, los alcaldes de la Zona Básica de Salud de Aliste, donde la Junta quiere aplicar el plan piloto de 'no cierre' de consultorios médicos, han presentado alegaciones para reclamar más enfermeras, dos médicos por centro y respaldo para las farmacias. A ver qué hace la Junta.
Menos mal que están los alcaldes, pese a que las direcciones regionales y provinciales del PSOE y del PP no lo quieren ver. Si no fuera por los alcaldes, los consejeros de Sanidad de Castilla y León (una, Casado, por que lo es de derecho y otro, Igea, por que lo es de hecho) ya habrían aplicado inmisericordemente su 'no cierre' de consultorio. Si los alcaldes del resto de Castilla y León toman nota del ejemplo de los de Trabazos, San Vitero y los otros once pueblos de la Zona de Salud de Aliste, queda esperanza para los pueblos y sus habitantes.
La otra esperanza se llama José Luis Díaz Villarig, porque preside los médicos de la región, cuya sola mención pone al equipo directivo de la Consejería de Sanidad a hacerle vudú (por cierto, nunca ha recibido este cronista tantos mensajes recriminatorios como cuando menciona a este doctor). Pero esta esperanza, visto lo inactivo que está el doctor Villarig contra el plan de 'no cierre' de los consultorios rurales, parece que tendrá que esperar.
Pero mientras haya alcaldes, mantendremos la esperanza de que el ataque a los pueblos que es este plan de 'no cierre' de consultorios no pueda salir adelante tal y como lo han concebido Igea y Casado. Porque se empieza 'no cerrando' consultorios, pero sí vaciándolos, y se acaba 'no cerrando' pueblos. Y este, el cierre de pueblos, o me equivoco mucho o es el objetivo final de los 'no regeneradores' de Ciudadanos. Todo ello, con el PP y el PSOE, a por uvas (dedicados a ruedas de prensa y tuits).
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