Alambres de espino

Segovia se pelea contra un duro adversario –más bien, enemigo– como lo hacen estos días Papá Noel y los Reyes Magos. 'Santa' continúa con su estrategia de martillo pilón y sus majestades de Oriente recurren a la tradición. El de Laponia ha encontrado un aliado en la publicidad masiva de estas Navidades de sus elfos, los antagónicos de los pajes. La pelea va también para largo y dentro de un año veremos otro asalto.

Como viviremos este año tan redondo que se aproxima, más capítulos de la lucha contra el vaciado de Segovia. Y aunque en algunos barrios la tragedia del éxodo se atenúa, en otros es una gran evasión pero sin Steve McQueen con su motocicleta. Incluso las zonas más jóvenes de la ciudad, caso de Nueva Segovia, sufren caídas y se enganchan en los alambres de espino que ha tendido la despoblación.

Y el recinto amurallado, el peso pesado por visibilidad más que por número de habitantes –3.578 almas censadas hace un año–, ya está en un padrón sobrepasado por varios pueblos del alfoz, triplicado por Cuéllar y El Espinar e igualado por Cantalejo. Es la pelea del siglo y socavará los años venideros .