Un fotograma de la película 'El acontecimiento'. EL NORTE

Abortos

RINCÓN POR RINCÓN ·

«Hay días en los que se impone el luto y en los que se evidencia la capacidad humana para negar su propia evolución»

En la Francia de 1963, como en la España de entonces, se abortaba a la luz de una vela, en un cuarto oscuro, con las ventanas cerradas a cal y canto y un caldero sobre el suelo de madera. Y todo, con el miedo envolviendo ... aquella tétrica escena. Existe una película que refleja ese drama personal, humano, aquella lucha en los tiempos en los que para la mujer llevar un tipo de sujetador, o bien otro, era casi un motivo de condena porque ella simplemente era culpable de todo y no tenía derechos de nada.

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'El acontecimiento', la película, es el perfecto reflejo de ese pasado en blanco y negro, de los años en los que tener o no tener un hijo al margen de la normalidad ordinaria era casi una cuestión de vida o muerte. La sociedad, en general, siempre ha avanzado rodeada de una selva de hipócritas empeñados en condenar el aborto mientras aplaudía el orden y la familia, y todo al mismo tiempo que se rodeaba de una de una presumida corte de infidelidades y una prole de hijos ilegítimos. Todos altos, guapos y bien escondidos, como sus madres.

Anne es, en 'El acontecimiento', una joven y brillante estudiante que descubre su embarazo justo cuando el futuro más prometedor se abría ante ella de par en par. «Está embarazada señorita», lo siento mucho, le dice el doctor en una de esas escenas que se quedan grabadas para siempre en la memoria, no tanto por la locución como por la silenciosa expresión de la joven.

Y a partir de ese instante, llega el abismo, los temores, la lucha por un aborto que nadie quiere acometer, las consecuencias legales, la negativa de los médicos, la ausencia de cobertura profesional y social. El caos personal avivado por un entorno rancio, con ese aroma que despide el tocino carcomido por el moho.

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Casi un año atrás esta cinta se llevó el León de Oro en el Festival de Venecia. Era el reconocimiento no solo a la interpretación realizada en la misma, sino a la dura historia que se narra durante su recorrido. Era el reconocimiento, también, a la novela de Annie Ernaux que inspiró el relato y la llamada a la conciencia de quienes vieron aquella cinta.

'El acontecimiento' describe como una espiral angustiosa y febril un proceso que todos creían pasados. Parte de esa historia perdida y descontada, recuerdo tenebroso de acontecimientos que también formaron parte de una España que en algún momento parecía envuelta en una película de terror.

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Pero aquel pasado tan gris es hoy presente. Resulta complicado entender que las sociedades, siempre vitalistas, puedan caminar hacia atrás envueltas en un manto de profunda ignorancia, con los ojos cerrados, con los oídos taponados, con el corazón congelado y ausente de todo lo que le rodea.

Hay días en los que se impone el luto y en los que se evidencia la capacidad humana para negar su propia evolución. Aquellos tiempos tan tenebrosos son hoy el presente de esta comunidad, en la que la derecha de la derecha, recorta sutilmente (y no tanto) los derechos de las mujeres. Los recorta, o los retuerce. A cada cual, peor. Y siempre habilitando un discurso dispuesto a edulcorar acuerdos que solo son, en realidad, miseria, desprecio, falta de ética y principios carcomidos por la polilla.

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Dormir en la misma cama que VOX tendrá algún tipo de beneficio político, quizá, pero tragar sapos de este tamaño... tan verdes, tan tiernos, tan saltarines, con la lengua tan larga, tan insípidos, con esos ojos tan saltones... solo anima al vómito y las digestiones realmente imposibles. Si el pasado vuelve, que nadie lo olvide, simplemente no hay futuro.

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