¡Pero no de abejita!

Los carnavales en Palencia van a contar con una ayudita profesional. La de un experto proveniente de Cádiz. Hay que reconocer que a esa capital la fama carnavalera le lleva por todo el mundo. Y ahora a Palencia, esa ciudad recia, austera, adusta, ¡un poco seca, vamos! Ahí se la juega el experto. Porque tendremos otros valores, pero la alegría que nos caracteriza nos lleva a ser más dramáticos en Semana Santa. Que ahí sí. Le damos en la diana a la tragedia. Con la comedia no acabamos en general de pillarle el puntito, la pizca, el chiste.

El carnaval, más oficial y casi impuesto que libre y ciudadano, toma rumbo y forma. Cada vez más personas forman parte de los pasacalles y más ciudadanos están dispuestos a un rato de chanza. ¡Bien! Solo pido que aquellos niños, hoy padres, a quienes en los primeros años paseaban por la calle arrastrados sobre todo por su madre mientras se resistían a exhibir el disfraz de abejita, ¡que... se las traía!, no repitan con sus niños. ¿Disfrazados? Sí, ¡Pero no de abejita no! Por favor.