Hasta que Abascal quiera
LA ESPITA ·
La formación de Gobierno en España, unida al eclipse que le provoca Ciudadanos en Castilla yLeón, muestran al PP regional más apocado del siglo. Un Vox que pisara el acelerador sería su perdición. O casi.Secciones
Servicios
Destacamos
LA ESPITA ·
La formación de Gobierno en España, unida al eclipse que le provoca Ciudadanos en Castilla yLeón, muestran al PP regional más apocado del siglo. Un Vox que pisara el acelerador sería su perdición. O casi.Ni viento ni olas en el escenario político de Castilla y León. Todo plano. Y los dos grandes partidos regionales, PP y PSOE, apalancados en la calma chicha. Permita el lector que el orden de cita de ambos lo marque el resultado electoral del 10- ... N y no el recientísimo CIS de José Félix Tezanos, que está más caducado que un yogur de 1990 (la encuesta se hizo entre el 29 de noviembre y el 19 de diciembre y se ha publicado ahora). En alta mar con calma chicha están los populares de Alfonso Fernández Mañueco, que continúa su periplo presidencial, más propio del principal mandatario de una república que de un presidente autonómico. Ora con la empresa familiar del siempre innovador en la iniciativa César Pontvianne, en las antípodas de la ya un tanto anticuada Cecale; ora con el alcalde y el presidente de la Diputación de León, socialistas ellos, José Antonio Diez y Eduardo Morán, respectivamente. Paseos institucionales del presidente, nada más. Como paseos, políticos, se pega el socialista Luis Tudanca, cuyo discurso empieza a ser previsible en la defensa numantina de Pedro Sánchez y su pacto con Pablo Iglesias y Gabriel Rufián. Va a ser muy interesante ver en febrero el primer pleno de las Cortes para comprobar cómo el siempre impulsivo podemista Pablo Fernández frena en seco su discurso antiPSOE ahora que su partido está en el Consejo de Ministros.
2020 muestra el PP regional más apocado de los 37 años de autonomía (se cumplen el 25 del próximo mes) y el PSOE más desnortado. Y, para más inri en ambos, los dos enseñan signos de descapitalización. Por un lado, los populares castellanos y leoneses han perdido esta semana una referencia que les aportaba importantes dosis de crédito político, notoriedad y predicamento, la exministra vallisoletana Isabel García Tejerina, y los socialistas se dejan por el camino de La Moncloa a toda una autoridad europea en el campo de la Seguridad Social y las pensiones, el burgalés Octavio Granado, cuya salida voluntaria de la Secretaría de Estado (no se conoce en la democracia española un dirigente que tantas veces haya pedido a su partido que le dejen volver a su hogar) le hace un roto notable al PSOE castellano y leonés; para el anecdotario patrio quedarán esas imágenes de Granado mascando chicle de manera adolescente en la toma de posesión del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Octavio Granado, genio y figura...
Y mientras populares y socialistas están por estas tierras atrapados en su propia calma chicha (cada uno en la suya, no hay lugar a mezclas), los dos meses largos transcurridos desde el 10-N dejan claro que al PSOE de Tudanca le cuesta sobremanera hacer oposición y al PP de Mañueco, tener un discurso propio con el que sacudirse el pasado herreriano. Sí, a Juan Vicente Herrera no hay quien le defienda en este PP regional. ¿De quién? De quien le está dando patadas en las espinillas al partido, el Ciudadanos de Francisco Igea, vicepresidente de la Junta, consejero de Transparencia, portavoz y, de hecho, consejero de Sanidad y de todo lo que se tercie en el ala ciudadanera del Ejecutivo de Castilla yLeón.
Ciudadanos, vía el sector igeniano, ha empezado a dar caña al PP y este está haciendo el don Tancredo. Tres episodios ponen de manifiesto que los populares tienen un flanco muy débil, mucho, en el pasado herreriano. El primero, el déficit público, de cuyo fallido cumplimiento ya se encargó Igea de culpar al Gobierno de Herrera y a su máxima autoridad económica, Pilar del Olmo, desorientada políticamente en el Ayuntamiento de Valladolid, intentando hacer oposición a un cada día más agradecido Óscar Puente, alcalde socialista, que no oculta su felicidad por el improductivo PP que tiene enfrente. El segundo episodio, las listas de espera, disparadas a la enésima y con las que el consejero de Sanidad de hecho, Igea, y el consejero de Sanidad efectivo, Manuel Mitadiel (la consejera de derecho es Verónica Casado, pero en este 2020 ni está ni, de momento, se le espera, hasta conocer si empieza el cierre de consultorios en los pueblos) han lanzado las culpas al anterior equipo popular que encabezaba Antonio Sáez, mientras el PP regional agacha la mirada. Y el tercer episodio, la derivada judicial del casoPerla Negra y del polígono de Portillo, que lleva al banquillo de los acusado a excargos populares, encabezados por los exviceconsejeros Rafael Delgado y Begoña Hernández.
Aún así, el PP de Mañueco tiene, de momento, solo de momento, suerte. El líder nacional de Vox, Santiago Abascal no está, de momento, solo de momento, pendiente de Castilla yLeón. Supuestas caras visibles de su partido, como el portavoz en las Cortes, Jesús García Conde, o el diputado nacional por Valladolid, Pablo Sáez Alonso-Muñumer, no parecen haber llegado a la política para ser activos y dinámicos. Pero, vamos, que si Abascal supiera qué fácil se lo ponen PP, Ciudadanos y PSOE para pescar votos en Castilla y León, otro gallo cantaría. Así que, la calma chicha seguirá hasta que Abascal quiera. Tiene toda la pinta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.