2023

Por fin llegó el año, con sus gracias y sus desgracias cotidianas. El año que continúa una guerra, el del sida chino latente, el del mangoneo de la Justicia y el año del país, de nuevo, en el descalzaperros. Año electoral, claro, pero un año ... con la perspectiva de lo de siempre y lo de nunca. Acaso la vida, que se abre camino pese a todo. Yo me bañaré en los ríos que pueda, y subiré La Covatilla, y después de estas tristes navidades, el día más gris del año será martes y yo estaré por el pinar. Sin pensar en el mañana, ni en el después. Solo el momento. Voy haciéndome estas promesas desde la casa materna, al sol andaluz, y sé que cuando vuelva a la Meseta, mi perro de porcelana andará ahí, para que lo bese y cobre vida. Leeré o releeré, que he leído todo y mi carne está triste, que diría el poeta.