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Un total de 14.401 personas se han visto beneficiadas por el trabajo de los voluntarios de Cáritas Diocesana de Valladolid durante el pasado ejercicio tras haber realizado labores de gestión económica y acompañamiento humano con más de 10.000 personas directas pero que la ... ayuda repercutió también a sus familias o entes sociales cercanos a través de 137 proyectos específicos. Se trata de un número que, según el responsable del organismo, Guenther Eduardo Boelhoff, que se mantiene en los últimos dos años aunque lo cierto es que revelan nuevos problemas sociales, «dos realidades de nuestra sociedad actual: la soledad y la transmisión intergeneracional de la problema» destacando que 408 personas fueron acompañadas psicológica y emocionalmente con un ligero incremento de la de demanda de estos programas para menores.
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Víctor Vela
Cáritas considera estos problemas como las nuevas realidades de los tiempos en la capital y provincia vallisoletana que afecta a todo tipo de edades. La memoria de la organización del año 2023 ha descubierto estas nuevas situaciones a partir del mencionado número de participantes en sus programas en los que, entrando en detalle, algo más de la mitad de esas personas son mujeres, el 24 por ciento son niños o que el 7 por ciento son personas mayores de 66 años. Es más, otro dato que preocupa a los técnicos de la organización es que la mitad de los hogares atendidos tenían niños aunque Boelhoff se mostrado «especialmente preocupado» por una realidad creciente: «1 de cada 5 personas que ha participado de uno u otro modo en los programas de Cáritas Valladolid se ha visto en la necesidad en los últimos meses de compartir vivienda con personas pero no necesariamente que viven solas».
Ésta situación que en número destacable tratan como novedosa en este organismo y con un futuro creciente, como consideran las mismas fuentes, les preocupa cada día más porque revelan las crecientes situaciones de vulnerabilidad en ciertos colectivos vallisoletanos acrecentado por la propia soledad porque el hecho de compartir techo no es sinónimo de tener buenas relaciones con el otro o la o las otras familias.
«Estamos asistiendo y conociendo a muchos casos de personas que quedan invisibilizadas bien por indiferencia o bien por despreocupación», manifestó el director. «No cuentan y no se cuenta con ellas», lamentó Guenther quien sí incidió en que desde Cáritas Diocesana de Valladolid tratan de poner rostro a todos los participantes o las personas que llegan hasta ellos a través de sus oficinas de la calle Santuario, de los técnicos especialistas o desde las conocidas como Cáritas Parroquiales «para garantizarles que sean sujetos de derechos y de deberes y que puedan también desarrollar una vida digna».
Estas nuevas realidades van en paralelo al acompañamiento emocional y psicológico hasta el punto de que la primera puerta de entrada al organismo es más de la mitad de los participantes -5.502 personas- con programas de acogida y atención primaria. Un contacto con muchas personas, con muchos voluntarios, que están en constante coordinación con lo que la ayuda a los demandantes es más ágil los objetivos con cada uno son más fáciles de conseguir «porque se incorporan todas las realidades en todos los proyectos donde se incorporan todas las sensibilidades» y haciéndoles partícipes de su propia realidad social con la participación de las personas en la toma de decisiones de la organización de los servicios y también con el enfoque integral, es decir, coordinando a los usuarios en los distintos programas de la entidad: «Tratamos de conseguir que la atención sea lo más integral y completa posible», según ha declarado José Colinas, sacerdote diocesano responsable también de Cáritas en Valladolid.
Dignificación de las ayudas
Y esta dignificación de las personas conlleva la dignificación de ayudas, es decir, que las personas que las reciben no perciban ese separatismo de la sociedad vallisoletana al canjearlas o beneficiarse de ellas hasta el punto de que los responsables de Cáritas han destacado el esfuerzo realizado por dar la posibilidad de que cada familia pueda decidir cómo cubrir sus necesidades enumerando que de este modo se han gestionado más de 2.300 ayudas a través de tarjetas de supermercado y tarjetas de crédito para los gastos del día a día desde alimentación, ropa, productos higiénicos así como libros o material escolar de sus hijos registrando un ligero aumento la consignación destinada a gasto farmaceutico y de referencias de ortopedia. Unas necesidades reales de ingresos y gastos que en el apartado de ayudas al alquiler se ha mantenido en el ejercicio anterior pero que en el capítulo de suministros y agua ha ido incrementándose prácticamente en la misma proporción que la propia subida de esos servicios esenciales para un desarrollo digno de la persona y de las familias en el día a día.
Así, esta partida que es el mayor porcentaje de gasto dedican las familias se aprecia que las familias con menos ingresos invierten más de 6 de cada 10 euros (63 por ciento) frente a los menos de 4 de cada 10 euros que gastan las familias con mayor nivel de ingresos (39 por ciento). Con todo, para conseguir la mayor autonomía posible de estos usuarios, se hizo un acompañamiento integral y personal para las 2.108 personas atendidas desde el Programa de Empleo y Economía Solidaria. Estas personas han pasado por el servicio de orientación laboral, el de formación o el de intermediación laboral o por los tres en el caso de las personas que han participado en los itinerarios personales de inserción laboral.
En definitiva una repercusión entre las personas que partió con el voluntarismo y con unos recursos económicos que superaron en 2023 los 3,5 millones de euros para el ámbito vallisoletano de los que 1,2 procedían de fuentes públicas y los 2,3 millones restantes de entidades privadas. Lo que es lo mismo, 2 de cada 3 euros gestionados por Cáritas Diocesana en Valladolid procedían de donaciones de personas o socios «para abrir camino a la esperanza».
Los voluntarios
Esta realidad ha sido posible gracias a los vallisoletanos de buena voluntad, como explicó el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello quien también asistió a la presentación de esta memora donde se reconoció las aportaciones de los 1.716 socios y donantes que con sus aportaciones hacen posible que 534 voluntarios y 71 trabajadores hayan abierto caminos a la esperanza allí donde nos han necesitado los hermanos y hermanas que sufren cerca, pero también para los que están un poco más lejos.
Además de agradecer el apoyo de sus campañas y su sensibilización con las personas más vulnerables a los medios de comunicación, el prelado y los responsables de Cáritas Diocesana en Valladolid recordaron que para celebrar la festividad del Corpus Christi, este organismo organizó la Semana de la Caridad que comenzó el sábado 25 de mayo con la Asamblea-Jornada Diocesana, pasando por Acción de Gracias y homenaje a los voluntarios y las voluntarias del Programa de Infancia, Juventud y Familia, celebrado la pasada semana y finalizando con la V Fiesta de la Amazonía en solidaridad con el Proyecto Encuentro de niños y niñas de la calle de Puyo (Ecuador) que se celebró el sábado 1 de junio.
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