Don Juan Carlos se apoya, en febrero pasado, en su hijo para abandonar la capilla de Windsor. EFE

Zarzuela normaliza las visitas del rey emérito a España

Juan Carlos I ha viajado en ocho ocasiones a lo largo de un 2024 en el que tuvo ocasión de mantener un breve encuentro con la princesa Leonor en Marín

S. Rodríguez

Madrid

Domingo, 29 de diciembre 2024, 00:10

Como cada Nochebuena, Felipe VI se asomó a los hogares españoles para hacer balance del año –en esta ocasión con tirón de orejas para los políticos por su ineficaz falta de entendimiento–, marcado por la tragedia de la Dana que azotó Valencia. Tres nombres propios ... hubo en el discurso del Rey: la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Pero esta víspera de Navidad también se 'colaron' los de doña Sofía y don Juan Carlos. Y aquí está la novedad.

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En el programa previo al discurso navideño, en el resumen de actividades de Zarzuela, TVE incluyó al rey emérito. Carece de agenda, también de asignación. Aun así, se decidió recuperar su imagen para dar carta de naturaleza a su presencia como miembro –no activo– de la Familia Real. Se proyectaron dos imágenes: por un lado, la de Felipe VI ayudando a abandonar a su padre, en febrero de este año, la capilla de San Jorge de Windsor, donde la monarquía británica organizó un funeral en memoria del rey Constantino de Grecia, fallecido un año antes en Atenas; y, por otro, la del rey emérito navegando en las regatas en Sanxenxo, con el rótulo de «se normalizan las visitas».

Zarzuela ya hace meses que dio por amortizada la crisis provocada en la institución por el escándalo que supusieron las investigaciones judiciales por las cuentas de don Juan Carlos en el extranjero, archivadas en 2023. Aquello provocó en marzo de 2020 la ruptura de relaciones entre Felipe VI y su padre y empujó al emérito a fijar meses después su residencia en Abu Dabi.

Ya sin revuelo

Y aunque la amenaza de una nueva investigación judicial planea sobre Juan Carlos de Borbón –el mes pasado magistrados retirados del Tribunal Supremo, fiscales anticorrupción jubilados, expresidentes de la Audiencia Nacional, catedráticos de Derecho, filósofos y periodistas presentaron contra él una querella criminal por cinco delitos fiscales contra la Hacienda Pública cometidos en las declaraciones tributarias correspondientes entre los años 2014 y 2018, argumentando que las dos regularizaciones fiscales que Juan Carlos I presentó en 2020, con el pago de más de 600.000 euros, y en 2021, con 4,4 millones, no cumplen con los requisitos legales–, las visitas del emérito a España, ciertamente, se han normalizado. Ya no es noticia que vuelva, se felicitan en Zarzuela. Sus venidas, ahora, nada tienen que ver con el revuelo mediático que se montó en su regreso, en 2022.

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Otra investigación planea sobre él tras la querella por las regularizaciones fiscales que llevaron al archivo de sus causas

En estos últimos doce meses, de hecho, ha pisado suelo español en ocho ocasiones –desde que se exilió de forma voluntaria lo ha hecho 15 veces–. Y ya no solo para regatear en Sanxenxo. Viajó para los funerales de sus sobrinos Fernando y Juan Gómez-Acebo, fallecidos en abril y agosto; también tomó un avión para asistir a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con Teresa Urquijo. Y, lo más significativo, aprovechó la cercanía de Sanxenxo a la Escuela Naval Militar de Marín, en la que la princesa de Asturias ingresó a finales de agosto, para mantener un encuentro privado con su nieta, en presencia de don Felipe y doña Letizia.

Todas estas circunstancias, la normalización de la que se habla en Zarzuela, abren el interrogante de si el rey emérito decidirá en algún momento regresar de forma definitiva a España. A nadie se le escapa que es su deseo, expresado incluso en voz alta en una de sus visitas de este año a tierras gallegas. Pero ese paso definitivo aún no está en agenda.

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