Las ventas de armamento español a otros países alcanzan su tercer mejor registro

En 2019, primer año del Gobierno de Sánchez, subieron casi un 9% hasta los 4.042 millones, con Alemania y Corea del Sur como primeros destinos

Domingo, 6 de septiembre 2020, 00:15

La industria de defensa española vive una etapa dulce y en solo cuatro años ha contabilizado sus tres mejores registros históricos en operaciones comerciales con otros países. Y el último se ha producido en el primer ejercicio completo de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. ... Los 4.042 millones de euros en exportaciones de material de esa clase durante 2019 se quedan apenas a diez millones de su segundo mejor resultado, según datos oficiales del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Publicidad

Y dado que esa suma solo supuso un 40,1% de las operaciones autorizadas por el Ejecutivo, es previsible que en este 2020 marcado por la pandemia de la covid-19 y una crisis económica de resolución aún incierta se supere ese listón e incluso se pueda aproximar al récord de ventas exteriores de armamento y artículos anexos anotado en 2017, último año completo de Mariano Rajoy en la Moncloa. La diferencia, al menos políticamente, es que ahora hay un Gobierno de coalición de izquierdas en ella.

Sin embargo, desde el Centro de Estudios por la Paz J.M. Delàs se considera que en la práctica, analizando lo ocurrido la última década, las políticas de PP y PSOE sobre la exportación de material bélico «no difieren demasiado». Así lo subrayan en su último informe, donde constatan que el aumento de esas operaciones respecto a 2018 superó con mucho el promedio mundial anual: un 8,6% frente a solo un 0,1%.

CIFRAS DISPARADAS:

  • 258,3% se han incrementado las exportaciones de material de defensa español en la última década, desde los 1.128 millones de euros registrados en 2010 a los 4.042 millones del año pasado. De hecho, desde 2013 no bajan de los 3.000 millones anuales (el mínimo, 3.203 en 2014).

Gracias a ese aumento España ocupa el sexto lugar en la clasificación mundial de países exportadores de material de defensa, por detrás de Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y China, y superando a algunas potencias en ese terreno como Reino Unido e Italia –'made in Spain' es ya casi el 20% del armamento que se comercializa desde Europa–. El remanente de ventas que ya obtuvieron luz verde de la Administración –primero se autorizan licencias para operaciones y luego se hacen de forma progresiva las exportaciones correspondientes–, 6.000 millones pendientes de 2019 y otros 8.000 millones de 2018, permite asegurar que la industria nacional mantendrá una posición de privilegio los próximos años.

Si se analizan las cifras de la última década, las ventas españolas a otros países se han multiplicado con creces por dos veces y media, al subir un 258,3% desde los 1.128 millones registrados en 2010. Es más, desde 2013 no bajan de los 3.000 millones anuales (el mínimo, 3.203 en 2014).

Publicidad

Pero la crítica que hacen las organizaciones no gubernamentales (ONG) es que falta transparencia, no ya de los países que adquieren esos artículos sino sobre el fin último que se les da y dónde se utilizan realmente. Critican que al aplicarse a esa información la Ley de Secretos Oficiales se limita su capacidad de investigarlo, aunque el Gobierno aduce que esta primavera aprobó un cambio de normativa para analizarla trazabilidad del material, es decir, verificar en lo posible que no acabe en manos de terceros implicados en conflictos bélicos o similares.

UE, OTAN y Asia

No obstante, los principales clientes de España en esta clase de operaciones son sus socios más cercanos. Más de la mitad (el 55,7% en 2019) se quedan entre las fronteras de la UE o de la OTAN, debido sobre todo a acuerdos conjuntos para el desarrollo de programas de armamento. El principal comprador es Alemania, con 1.033 millones de euros el año pasado (una cuarta parte del total), fundamentalmente por la entrega de siete aviones de transporte militar A400M, seguido de Francia con 493 millones y otros dos aviones.

Publicidad

Turquía, país no europeo aunque sí miembro de la Alianza Atlántica, fue otro cliente destacado con 307 millones en importaciones de material de defensa español en 2019, pero EE UU solo adquirió 52 millones. Los protagonistas llegaron de Asia (allí fueron el 27% de las exportaciones ), con Corea del Sur (588 millones) y Singapur (342 millones) a la cabeza. Australia, con 264 millones en adquisiciones, y Emiratos Árabes Unidos con 179 millones, también fueron buenos mercados.

Pero, ¿qué es lo que exporta la industria española de defensa? Pues en promedio anual casi el 70% es material de aeronáutica (el año pasado aviones y otros supusieron el 86%, con 3.481 millones de euros), el 9% electrónica y tecnologías de la información y el 8% está ligado al segmento naval (barcos de los astilleros de Navantia) y el 6,5% al terrestre (vehículos, cañones, morteros, explosivos, armamento, munición...). En los últimos años también ha crecido la aportación del segmento I+D+i, rozando incluso el 10%.

Publicidad

En España hay cerca de 380 empresas ligadas al negocio armamentístico –total o parcialmente–, de las que el 30% son exportadoras habituales. Una quinta parte, las más importantes que facturan casi el 90% del total, se concentran en la patronal Tedae y el año pasado hicieron ventas por valor de 13.040 millones, un 10% más que en 2018. De ellas destacan Airbus, Indra, Navantia, Iveco y Santa Bárbara, entre otras.

Arabia Saudí, cara y cruz de las operaciones de defensa

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) llevan años denunciando las ventas de material de defensa español a países en situación de conflicto, o que participan en escenarios bélicos. De hecho, en diciembre de 2019 seis de ellas presentaron una denuncia ante el Tribunal de La Haya para que investigase si tanto autoridades como empresas nacionales «podrían haber incurrido en actos criminales», al suministrar ese tipo de artículos a países envueltos en la guerra que azota Yemen desde 2015, que califican como «la peor crisis humanitaria de nuestro tiempo».

De ellos señalan con más fuerza a Arabia Saudí, que ha sido un cliente destacado de la industria armamentística española, con 1.943 millones de euros en la última década. Otros dos países de Oriente Medio han sobresalido en esas operaciones durante el mismo período: 996 millones en compras de Emiratos Árabes Unidos, y otros 716 millones con Egipto.

No obstante, en 2019 los contratos firmados con el reino saudita cayeron hasta poco más de 35 millones, aunque según el sector fue algo circunstancial dado que hay autorizadas exportaciones pendientes por casi 393 millones para ejercicios venideros. La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez Bértolo, dijo en el Congreso el pasado 29 de junio que no existía «cambio de criterio» ni «giro» por parte del Ejecutivo hacia «ningún país de la Coalición de la Liga Árabe».

Recordó que el astillero público Navantia tiene un pedido de cinco corbetas para Arabia Saudí por valor de casi 1.800 millones, y debe volver a pedir autorización al Gobierno para entregar la primera en octubre de 2021 (el barco fue botado el 22 de julio y ahora ha de pasar el período de pruebas) al caducar la anterior. Además, fuentes del sector apuntan que el Ejecutivo de Riad podría adquirir también dos buques anfibios de transporte de tropas.

Méndez Bértolo defendió que las exportaciones a los países árabes se someten a un «control reforzado», y al Gobierno «no le constan indicios de uso» de material de defensa español en zonas de conflicto. Pero las ONG reclaman que haga verificaciones 'in situ'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad