Urkullu afirma que la amnistía abre la puerta a un referéndum sobre el futuro de Euskadi

El lehendakari, que ha intervenido en el pleno de control que se celebra en el Parlamento, ha defendido la validez de la propuesta negociada por los socialistas y la formación liderada por Carles Puigdemont como una herramienta adecuada para arreglar el conflicto político de Cataluña. Pero este viernes ha añadido un elemento más por el que la medida de gracia puede resultar positiva e impulsar escenarios ahora inviables.

El argumento utilizado por el jefe del Ejecutivo tiene que ver con el encaje jurídico de la propia amnistía, una medida que según defiende el Ejecutivo de Sánchez tiene cobertura legal y es perfectamente constitucional. Entre otros motivos, porque la Carta Magna no la prohibe expresamente.

Y a ese principio se ha agarrado Urkullu. En su opinión, la aprobación de la amnistía abre una «nueva vía», porque si ha quedado demostrado que «lo que no está prohibido es posible» se pueden empezar a hablar de otras cuestiones. «Si esto es de aplicación a la amnistía, debe ser de aplicación también a una mirada más profunda y que vaya más allá de la elección de un presidente», ha manifestado.

En concreto, sería el momento de hablar del reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y de las diferentes «realidades nacionales» que hay en España, de la necesidad de impulsar un sistema «bilateral» de relaciones entre la administración vasca y la central y de «la apertura de nuevos cauces de expresión a las voluntades sociales mayoritarias en relación al futuro político de nuestro país». Hasta el momento, Sánchez y el conjunto de los socialistas insisten en que la celebración de un referéndum no tiene encaje constitucional, salvo el previsto legalmente cuando se reforma el Estatuto.

Urkullu ha insistio, asimismo, en que la vía para encauzar un conflicto como el que se vive en Cataluña es «el diálogo y la negociación política», como fórmula para alcanzar «un acuerdo institucional, político y social que favorezca la convivencia». Por ese motivo, considera que esta proposición de ley otorga a la política «una oportunidad para reiniciar un proceso y un proyecto de convivencia y normalización por medios democráticos».