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La Guardia Civil realizó un amplio despliegue este martes tanto en Guadix como en el pueblo de El Marchal para dar protección a los trabajadores sociales que acudieron a retirar a once de los 30 hijos que tiene un hombre, conocido como 'El Canuto', ... quien reside en el municipio de El Marchal. La información disponible por El Ideal es que la Junta tenía previsto retirarle uno o dos menores más pero finalmente han sido once.
Servicios Sociales adopta esta medida al entender que los menores estaban en desamparo y no eran atendidos de forma adecuada, entre otras de las causas que incluyen en el correspondiente informe. Los menores se encuentran en estos momentos bajo la tutela de la Junta de Andalucía.
Esta persona se dio a conocer hace unos años tras saltar a los medios de comunicación por tener treinta hijos y cuatro esposas. En un reportaje realizado por la televisión pública española, llegó a presumir de que él «nunca había trabajado», lo cual hacía aún más inexplicable como había podido sacar adelante a todo el tropel de hijos que compartía con cuatro esposas, dos de las cuales suelen vivir con él y las otras dos en la comundad autonóma de Castilla La Mancha.
Los menores retirados de la familia formada por este hombre tienen edades comprendidas entre los 5 y 12 años. Ocho de ellos se encontraban en El Marchal y otros tres en Guadix. Casi todos fuerons retirados de los colegios donde en esos momentos se encontraban recibiendo clases. El Colegio Público Rural de El Marchal se han quedado sin la cuarta parte de su población escolar ya que de los 32 alumnos del centro, ocho son hermanos e hijos de 'El Canuto'. Y en la localidad, de los cuatrocientos habitantes censados, casi el 10% está integrado por esta familia.
En el pueblo El Marchal, los vecinos no quisieron ponunciarse sobre esta decisión de la Junta de Andalucía, pero sí lanzaron comentarios del tipo: «Ya se veía venir desde hace tiempo», «es imposible mantener tanta criatura» o «esos niños no estaban bien atendidos».
El Ideal contactó el mismo martes con miembros de la comunidad escolar de los dos centros educativos donde cursan sus estudios estos once menores para saber cómo era el día a día de estos chavales en la escuela. «No faltaban nunca a clase», apuntó una fuente que no quiso identificarse con su nombre. «Suelen venir vestidos a clase, pero sí es cierto que en bastantes ocasiones no llegan aseados adecuadamente. También les hemos visto a veces con comida ya pasada con pan duro, que ponían debajo del grifo para reblandecerlo», advierte esta fuente de la comunidad escolar consultada. Se puede decir que la familia de estos menores cumple con los mínimos, pero presentan bastantes carencias y sin entrar en «otros detalles» que prefieren olvidar.
Uno de los últimos episodios protagonizados por esta familia, que trascendió a los medios de comunicación, fue la denuncia por un presunto intento de secuestro de dos de sus hijos por parte de los ocupantes de una furgoneta de color blanco, marca Hyundai y matrícula portuguesa. Según los denunciantes, los ocupantes del vehículo habían montado a los dos menores en el interior para llevárselos cuando un familiar logró romper una ventanilla y recuperar a los menores. Según la denuncia, los portugueses se marcharon del lugar sin dejar rastro.
En el mes de marzo, cuando ocurrieron estos hechos, y con la desaparición del pequeño Gabriel en la pedanía nijereña de las Hortichuelas (Almería) y tras recibir esta denuncia, se encendieron todas las alarmas. Tal fue el pánico sembrado que incluso una edil de la comarca emitió un audio por las redes sociales avisando de que la noticia del secuestro «no era un bulo».
La Guardia Civil empezó a buscar dicha furgoneta y tardó poco en encontrarla. Estaba en Guadix y de alli no se había movido tras salir 'escopetada' de El Marchal. Aunque la versión de los dos ocupantes del vehículo dista mucho de la mantenida por las supuestas víctimas de este falso secuestro. La Guardia Civil descartó de las incongruencias mostradas por el patriarca de la familia a la hora de repetir el relato de los hechos y de contestar a las preguntas. Parece ser que los portugueses estaban tomando fotos de las cárcavas de El Marchal e intentaron quitarles las cámaras.
Los once menores retirados a este padre son de dos mujeres distintas con las cuales conviven en la actualidad. La Guardia Civil no ha necesitado intervernir durante la actuación de los funcionarios de la Junta de Andalucía. La pregunta es de qué vive este patriarca para mantener a su prole. En el pueblo son muchos quienes dicen que sus hijos mayores trabajan para él, principalmente dedicados a la agricultura.
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