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No fue el crecimiento de los socialistas vascos, que en las elecciones del pasado domingo crecieron dos escaños y volverán a entrar en el Gobierno como socio minoritario junto al PNV, de lo que Pedro Sánchez presumió este miércoles en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. Lo que arrojó contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, fue que juntos todos los partidos del bloque de investidura, lo que incluye a Bildu, sumaron nueve de cada diez votos emitidos. «Ese es el resultado de la política de confrontación, de desinformación y de bulos que ustedes están practicando: Les ganamos 9 a 1», espetó.
Los propios socialistas admiten en privado su preocupación por una realidad que ya asomó en las gallegas del pasado febrero y que ha vuelto a aflorar en los comicios en el País Vasco, pese a que el PSE haya resistido mucho mejor que el PSdG e incluso haya mejorado su posición: los partidos independentistas de izquierdas (el BNG en Galicia y Bildu en Euskadi) están demostrando mucha mayor capacidad de atracción del electorado progresista en elecciones autonómicas. Pero la lectura que en público hizo el jefe del Ejecutivo fue hoy muy distinta.
A pesar de que durante la campaña electoral los socialistas se mostraron muy duros con la formación de la izquierda abertzale por su negativa a tildar de terrorista a ETA -hasta el punto de que el Gobierno calificó su posición de «incompatible con la democracia»- y a pesar de que la clave en la que se votó el domingo no fue nacional, Sánchez se felicitó de que una mayoría abrumadora de los votos fueran a parar a partidos que, dijo, apoyan las políticas que está desarrollando su Ejecutivo.
«Usted pregunta -añadió en alusión a la cuestión registrada por los populares y recogida en el orden del día, pero no formulada por Feijóo- a quién escucha el Gobierno». «Escucha a quienes ustedes no escuchan por eso revalorizamos pensiones, aprobamos una reforma laboral que ha traído dignidad laboral, también la subida del SMI o la causa feminista», dijo antes de echar en cara las alianzas del PP con Vox en varias comunidades autónomas.
El líder de la oposición afeó a Sánchez que saque pecho visto el auge de Bildu, que no logró superar al PNV y convertirse en primera fuerza, como auguraban muchos sondeos, pero sí lo empató a 27 escaños. «Un presidente del Gobierno normal en un país europeo hoy vendría muy preocupado por el crecimiento de un partido independentista con pasado terrorista», adujo. «Solo un irresponsable contestaría así».
Feijóo argumentó que el presidente ha convertido al suyo en un partido «menguante y subalterno del independentismo». «Por ese en Cataluña, pase lo que pase, acabará entregando el Gobierno a los independentistas -auguró-. Usted es al independentismo lo que Koldo es al PSOE : indisociable». Además, presumió de que el PP gobierna en 14 autonomías por tres del PSOE. «Territorialmente hablando -replicó-, el irrelevante es usted».
También la secretaria generales hizo una mención al asunto y frente a los datos del presidente replicó que los socios de la coalición gubernamental juntos sumaron 16 escaños en los comicios celebrados en el País Vasco en 2020 y ahora están en 13 (Sumar, obtuvo tan solo un escaño).
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