Moncloa niega que Marruecos espiara a Sánchez y Puigdemont tratara con Rusia

El director del Gabinete de la Presidencia, Óscar López, llegó a tildar este martes en sede parlamentaria de «bulo, maledicencia y teoría conspiranoica» la teoría, apoyada por numerosos expertos de inteligencia e incluso por importantes responsables de la seguridad del Estado, de que el espionaje con el 'malware' de origen israelí al que fueron sometidos Sánchez y varios de sus ministros en 2021, en el momento álgido de la crisis con Marruecos, lleva la autoría de los servicios secretos del país vecino.

Fue el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu el que afeó al alto responsable de Presidencia, del que depende el Departamento de Seguridad Nacional, que no mencionara a Rabat por el robo de información. «Obviamente, se sabe qué Estado está detrás de esa infección o al menos hay indicios claros, y no hay más que leer el auto», lamentó Iñarritu. En casi idéntica línea, el diputado del PP Rafael Hernando criticó que López se negara a «precisar las consecuencias» de la vulneración del móvil del presidente, al tiempo que acusó al Ejecutivo de «ocultar la cabeza y practicar la política del avestruz» en el escándalo por el espionaje con el virus israelí.

El director del Gabinete de la Presidencia no dio dato alguno sobre la presunta autoría de las infecciones de los teléfonos del Ejecutivo, pero reprochó al diputado de Bildu que deslizara «ciertas sospechas y teorías conspiranoicas» propias de la «ultraderecha».

El espionaje a Sánchez se produjo horas después de que cerca de 9.000 inmigrantes, la mayoría marroquíes y azuzados por las autoridades locales, entraran en tropel a Ceuta, ahondando en la grave crisis diplomática entre ambos países desatada a raíz de la decisión del presidente de acoger secretamente un mes antes al líder del Frente Polisario para que fuera tratado de covid.

Ni sombra del espionaje de Mohamed VI, convertido en aliado de Moncloa desde el volantazo de Sánchez sobre el Sáhara en marzo de 2022, y ni sombra de los supuestos lazos entre el espionaje de Vladímir Putin y el Govern de Carles Puigdemont, erigido en aliado del Gobierno desde la investidura. López aseguró tajante que «no le constan» las presuntas reuniones mantenidas por Puigdemont y su entorno con emisarios rusos ante los cuestionamientos del PP, que considera estos contactos una amenaza para la seguridad nacional.

La justicia investiga el llamado 'caso Voloh' para esclarecer esos supuestos contactos del independentismo catalán con Moscú y que, según la causa, estarían auspiciados por Puigdemont. En concreto, el expresidente se habría reunido con el exdiplomático ruso Nikolau Sadovnikov. En el marco de esta causa, el líder de Junts podría haber incurrido en delitos de traición y contra la paz o la independencia del Estado y también relativos a la defensa nacional. Delitos que la ley de amnistía pretende exonerar tras los cambios forzados para ello por Junts.