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El derecho al aborto en España entra en un nuevo ciclo, 13 años después de que el PP recurriera la llamada ley de plazos aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez está a punto de ver ... ratificada por las Cortes su nueva norma, impulsada para anticiparse al reisgo de una sentencia de inconstitucionalidad contra la regulación previa. Este jueves, la recién estrenada mayoría progresista del Tribunal Constitucional exhibió su control en el pleno y avaló en su integridad la legislación promovida en 2010 por el expresidente socialista. Después de tres sesiones marcadas por las diferencias entre los bloques conformados a raíz de la última renovación de la corte de garantías, los magistrados aprobaron por 7 votos a 4 rechazar la ponencia elaborada por el conservador Enrique Arnaldo sobre la impugnación del PP. Una ponencia que, no obstante, venía a ratificar con matices la ley de plazos.
Pese a la búsqueda de una sentencia de consenso que limpiara en cierto modo la manchada imagen del TC, que ha tenido 13 años guardado en un cajón el recurso de inconstitucionalidad presentado por 71 diputados populares -entre ellos, Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría-, el pleno de este jueves volvió a agrandar la distancia entre los magistrados de distintas sensibilidades. Lo que augura una ruptura a medio plazo sobre otros asuntos relevantes pendientes de resolver.
Tras concluir la deliberación del borrador presentado por Arnaldo -jurista de las Cortes elegido magistrado del TC en otoño de 2021 por el Grupo Parlamentario Popular-, la ponencia no obtuvo el apoyo del cónclave, por lo que su autor declinó redactar una nueva sentencia que incluyera los argumentos expuestos por la mayoría progresista. En consecuencia, el presidente, Cándido Conde-Pumpido, designó como nueva ponente del recurso a la vicepresidenta, Inmaculada Montalbán, para que proceda a elaborar una resolución favorable a la ley del aborto de 2010 que desestime el recurso del PP.
La determinación del actual Gobierno de Sánchez de salvaguardar el derecho al aborto y otras circunstancias ha hecho que el aval del TC a la ley de Zapatero, luego retocada por el Gobierno de Mariano Rajoy en lo que se refiere a que las menores que quieran interrumpir el embarazo informen a sus padres, será superada en los próximos días cuando el Congreso apruebe de forma definitiva la tramitación de la norma impulsada por el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. Una legislación actualizada que eliminará esa obligación del consentimiento de los progenitores. Un caballo de batalla para el PP de Alberto Núñez Feijóo que, sin embargo, parece haber desistido de pleitear como sus predecesores. Y que ha optado por marcar distancias en este terreno sensible con respecto a Vox.
El borrador de Arnaldo rechazado por el TC tras una «intensa» deliberación del pleno, según detallan fuentes consultadas, encalló en el artículo 17 de la ley de plazos de 2010, al considerar que el hecho de informar a la mujer en un sobre cerrado no es garantía suficiente para que dé su consentimiento al aborto. Además, la ponencia puso el foco sobre dos cuestiones que Arnaldo estimaba constitucionales siempre que se interpretaran como él proponía: el aborto terapéutico, para acotar que el concepto de salud solo se refiere a la física o psíquica, y la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios, para que abarque a todos los implicados en las actuaciones previas o posteriores a la intervención.
Estos argumentos fueron matizados por los magistrados del bloque progresista y Arnaldo tiró la toalla. El ponente ya intuía que sus colegas eran partidarios de antemano de declarar constitucional la ley en toda su extensión y que la búsqueda de consenso era una tarea casi inútil. En las sesiones del martes y del miércoles, antes de avalar la ley de 2010, la mayoría progresista también impuso su criterio para frenar la treta de la magistrada conservadora Concepción Espejel respecto a la 'contaminación' de algunos magistrados para ver el recurso de los populares.
Por M. E. Alonso Trece años después de recurrirla ante el Constitucional, la actual dirección del PP ha asumido como buena la ley del aborto de Zapatero. Una norma que, en la España actual y en la Unión Europea «es correcta». «En mi opinión una ley de plazos bien construida es correcta en términos generales, constitucional y por tanto es un planteamiento que merece mi respeto», afirmó Alberto Núñez Feijóo durante su visita a la Escuela de Cinematografia y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid. El líder de los populares reconoció que dentro del debate del aborto hay «muchas sensibilidades» porque es «una cuestión que afecta en primer lugar a la mujer y a la pareja de esa mujer», y cuenta con muchas «aristas morales, éticas, religiosas o filosóficas». «Es una cuestión poliédrica», subrayó Feijóo, que lamentó la tardanza del Constitucional en pronunciarse ya que según él «descontextualiza» el contenido de la norma.Pese a reafirmar su apoyo a la ley de plazos, Feijóo dejó claro también que hay algunos «aledaños» de la misma con los que el PP no está de acuerdo. En concreto, con el hecho de que las jóvenes de 16 y 17 años no necesiten el consentimiento paterno para poder interrumpir el embarazo. Considera que si una menor no puede conducir ni beber alcohol, tampoco debería poder abortar sin el conocimiento de sus padres. La propuesta del PP, en este sentido, es que deban ser informados, y si hay colisión entre los deseos de la joven y el de los progenitores, que decida un juez.
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