Los líderes andaluces de PP y Cs se refuerzan con una crisis de gobierno

Los rumores de una posible crisis de gobierno, entendida más bien en clave interna que por problemas de gestión, llevaban semanas sucediéndose en el entorno del Ejecutivo andaluz, pese a que desde el PP no veían motivos para ampliar el Consejo de Gobierno ni cambiar consejeros. La presión venía por parte de Cs, que no ocultaba las intenciones de Marín por reforzarse orgánicamente y orillar a sus críticos, especialmente a la consejera de Igualdad.

Finalmente parece haberse impuesto una solución mixta. Se mantiene el número de consejeros y no habrá caras nuevas, una forma de aprovechar el mensaje de recorte del gasto en altos cargos y departamentos frente al PSOE con el que el actual Gobierno de derechas llegó a la Junta. Pero también habrá cambios significativos, especialmente en materia económica y, sobre todo, social.

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Nuria Vega

Pese a los esfuerzos de Marín por negarlo, la Consejería de Igualdad es la gran damnificada. Su titular ha sido una de las más señaladas por Vox, a los que plantó cara desde su primera petición de conocer los datos de los trabajadores de las Unidades de Violencia de Género. Pero es afín a la corriente crítica interna de Marín, encabezada por Fran Hervías, y ha cuestionado en no pocas ocasiones al vicepresidente andaluz.

Así, Ruiz mantendrá la responsabilidad del Instituto Andaluz de la Mujer, pero pierde la parte de las competencias en violencia de género relacionadas con la seguridad y órdenes de protección, que asume el propio Marín en calidad de responsable de Justicia. Asimismo, las políticas de jóvenes, también bajo el manto de Ruiz hasta ahora, pasan a estar controladas por Empleo con la excusa del elevado paro juvenil. Una medida que abre la puerta a la dirección regional de Cs de colocar a los suyos en la estructura provincial del Instituto de la Juventud.

Por su parte, el área de Economía (Cs) cede las competencias sobre los fondos europeos, que serán clave para la reconstrucción tras la pandemia, a Hacienda, dirigida por Juan Bravo, uno de los pesos pesados de Juanma Moreno y a quien este ha logrado situar en la nueva junta directiva nacional del PP. A cambio, Hacienda pierde Industria. Asimismo, el presidente autonómico se arroga las competencias en cambio climático y desarrollo sostenible, a fin de liderar uno de sus grandes proyectos de legislatura, la 'revolución verde'.