El guardia civil de Valencia tenía una paga de los narcos y viajes de regalo a República Dominicana y Venecia

Tal y como ha podido saber LAS PROVINCIAS de fuentes del caso, la red de traficantes integrada por tres españoles y tres albanokosovares daba una «paga o retribución» al mando de la Guardia Civil acusado. Todo ello por asegurar que los alijos que entraban por el puerto de Valencia acababan llegando a su destino en el mercado negro de Europa dominado por la mafia albanesa. Su suerte, y su fortuna, se terminó el pasado 4 de diciembre, cuando el capitán y los seis miembros de la banda fueron apresados tras el envío por el puerto de un cargamento controlado de algo más de una tonelada de cocaína en un contenedor repleto de papayas y con destino a una nave industrial de Beneixida.

Pero no era el único premio que el mando de la Guardia Civil recibía de los delincuentes. Los investigadores también han constatado que Fernández Bolaño, de 52 años y natural de Ponferrada (León), hacía las veces de inversor para la trama. Es decir, destinaba su dinero a comprar los alijos que movía la red. Y luego recibía el fruto de sus inversiones a través de nuevas gratificaciones en dinero.

Buena prueba de estos pagos son los casi 90.000 euros que los agentes de Asuntos Internos de la Guardia Civil y la Policía Nacional hallaron emparedados y enterrados en su chalé de Cullera tras ponerlo patas arriba con excavadoras, perros adiestrados en la detección de dinero, georradares y escáneres.

Aunque tampoco el dinero era el único beneficio que Fernández Bolaño (que el día de Navidad celebrará su cumpleaños entre rejas, quizás con pocos motivos de alegría) supuestamente recibía de la trama. Tal y como consta en la investigación (declarada secreta por la Audiencia Nacional), el capitán disfrutaba también de pagos en especie. En este caso de viajes. República Dominicana, Venecia, Miami o Las Palmas son algunos de los destinos con los que los traficantes obsequiaron a su 'topo' en el puerto de Valencia, según los investigadores. En ocasiones solo, aunque también con su familia u otras personas. Y no sólo para cerrar supuestos tratos de envío de alijos de cocaína, sino también vacaciones y trayectos de placer, como sostienen los especialistas de Asuntos Internos.

Una gran parte de estas pruebas contra Fernández Bolaño se han recabado a través de escuchas telefónicas autorizadas por el Juzgado Central de Instrucción número 1 de Madrid. El órgano es el mismo caso que investiga al jefe de antiblanqueo de la Policía Nacional de Madrid detenido con 20 millones ocultos en las paredes de su chalé de Alcalá de Henares, aunque ambas operaciones no están relacionadas, según han confirmado desde la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional.

Tras ser consultado por este periódico, el abogado Vicente Sanmartín, que se encarga de la defensa del guardia civil, descartó realizar declaraciones sobre el caso mientras éste permanece bajo secreto de sumario, aunque remarcó la inocencia de su cliente. Este se negó a declarar ante los agentes tras ser apresado.

«Esperamos que se levante el secreto para poder aclarar todo», insistió. El letrado hizo hincapié en que Fernández Bolaños tiene un número récord de operaciones contra el narcotráfico y ha sido condecorado en más de diez ocasiones por grandes aprehensiones de droga en el puerto de Valencia.