Gana 1.200 euros, comparte el boleto por Whatsapp y otra persona le intenta quitar el premio

La investigación se inició después de la denuncia presentada por un ciudadano, en la que refería haber adquirido un boleto de apuestas en un conocido establecimiento de Los Belones, en el municipio de Cartagena, que resultó premiado con algo más de 1.200 euros, por lo que compartió una fotografía del boleto ganador con un grupo de amigos, a través de mensajería instantánea.

Al día siguiente, fecha en la que se dirigió al establecimiento para cobrar el premio, comprobó que alguien se le había adelantado. El servicio de atención al cliente de la empresa responsable le informó que el supuesto ganador se había registrado la noche anterior en la página web de la empresa, utilizando para ello el código que aparece impreso en el boleto ganador, similar a un código de barras, y había iniciado los trámites para cobrarlo.

Desde ese momento, guardias civiles especializados en investigación iniciaron una serie de indagaciones que permitieron seguir el rastro digital del sospechoso hasta averiguar su identidad, lo que les permitió conocer que el individuo no se encontraba entre los miembros del grupo con el que el denunciante compartió la imagen sino que, en otros reenvíos a distintos grupos, la imagen del boleto premiado llegó a su teléfono móvil.

Antes de que se produjese el pago, la Benemérita logró que la empresa de apuestas paralizase la transferencia económica, mientras se continuaban las gestiones para localizar al sospechoso.

El resultado de las investigaciones llevaó a los agentes hasta el municipio de Cieza, donde fue identificado e investigado como presunto autor de delito de estafa.

Se trata de un joven, de nacionalidad española, de 18 años que, junto con las diligencias instruidas, ha sido puesto a disposición del juzgado de Instrucción de Cartagena.

La Guardia Civil recomienda que antes de enviar de fotografías o mensajes de texto a través de aplicaciones de mensajería instantánea, el usuario conozca el alcance de una difusión masiva. Una vez que es puesto en circulación a través de grupos de contactos, el usuario pierde el control sobre las múltiples redifusiones que pudieran realizarse del mensaje de texto, fotografía o vídeo, los potenciales destinatarios y el uso que pueda darse a los archivos enviados.