Detenido el tercer implicado en el asesinato del hermano de Villacís

Por este asesinato están en la cárcel Kevin Pastor Estopa, 25 años, el otro tirador que descargó su cargador contra el coche de Villacís, y su madre María José Estopa Jiménez, de 52 años, conductora del BMW X2 gris plata en el que llegaron a El Pardo los asesinos y a bordo del cual también viajaba el magrebí ahora arrestado. Este marroquí, según fuentes de la investigación, que ya era mayor de edad en el momento del asesinato, es amigo íntimo de Pastor y durante estos meses de huida ha tomado todo tipo de precauciones para evitar ser descubierto.

Desde que el pasado 4 de junio tuvo lugar el tiroteo los investigadores tuvieron claro que había un tercer implicado. Los análisis balísticos confirmaron desde el principio que fueron dos armas las que se usaron en el tiroteo. Todos los testigos, tanto del bando de Villacís, como los dos guardias forestales que contemplaron la balacera certificaron que la madre de Kevin no disparó. Los testigos afirmaron sin género de dudas que las armas las empuñaban dos varones vestidos de negro y no mayores de treinta años. Las imágenes examinadas por la policía confirman que en el BMW viajaban efectivamente tres personas.

El motivo real del tiroteo, no obstante, sigue sin aclararse del todo. Luis F. A., 'El Pecas', el amigo de Borja Villacís que viajaba en el mismo coche y que resultó herido en el tiroteo, mantuvo en dos ocasiones a la Policía en sus interrogatorios en el hospital que fueron objeto de una emboscada porque la cita con el clan de Bargas (Toledo) al que pertenecían la madre y el hijo en prisión era simplemente para pactar retirar la denuncia por la quema de un vehículo de un amigo del entorno de Villacís. Esa versión, la de una encerrona con la excusa de reunión sin armas para parlamentar, es la que mantuvieron los otros tres amigos de Villacís que acudieron en otros dos coches a la cita a modo de guardaespaldas. Avala la tesis de la trampa el hecho de que los asesinos fueran al encuentro con las matrículas falsas preparadas.

Los agentes todavía no dan por buena la tesis de la emboscada y siguen investigando si entre las víctimas y los pistoleros, más allá de la cuita por la denuncia del coche, había otros problemas de mayor envergadura con el clan de Bargas, en Toledo, al que pertenecen Pastor y su madre, o a las bandas de tráfico de estupefacientes con las que se movían los pistoleros en Pan Bendito, en Carabanchel, en Madrid.