Torres, un canario para negociar con los soberanistas

Torres fue uno de los líderes del PSOE que en las elecciones autonómicas de mayo perdió la presidencia de su comunidad, pese a haber sido la fuerza más votada, tras un pacto entre Coalición Canaria y PP.

Nacido en Arucas (Gran Canaria) en 1966 y licenciado en Filología Hispánica en 1989 por la Universidad de La Laguna, accedió a un puesto de profesor de Secundaria como funcionario en 1991, después de aprobar las oposiciones y haber estudiado el doctorado.

Su trayectoria política se remonta al año 1999, cuando se estrenó como concejal, pero ha pasado prácticamente por toda la escala política: alcalde de su pueblo en los mandatos 2003-2007 y 2011-2015, consejero del Cabildo, diputado en el Congreso entre 2009 y 2011 por la provincia de Las Palmas al sustituir en el escaño a Juan Fernando López Aguilar., miembro del Parlamento canario y presidente de Canarias.

Su bagaje político incluye también el puesto de vicepresidente cuarto de la Federación Canaria de Municipios entre 2003 y 2007, así como la presidencia de la Comisión de Educación de la Fecam entre 2011 y 2015. En la legislatura 2015-2019 fue vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Infraestructura y Deportes del Cabildo de Gran Canaria, con Antonio Morales (Nueva Canarias) en la Presidencia.

En 2019 fue el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno de Canarias, elecciones en las que consiguió articular con Nueva Canarias, Podemos y la Agrupación Socialista Gomera (ASG) un acuerdo de gobierno que desbancó, 26 años después, a Coalición Canaria del poder autonómico.

En sus cuatro años como presidente canario tuvo que gestionar grandes incendios en las islas, la quiebra del turoperador Thomas Cook, el primer caso de coronavirus en España -detectado en La Gomera- y el primer confinamiento fue el de un hotel lleno de clientes extranjeros en el sur de Tenerife así como la crisis migratoria de los años 2020 y 2021 y la erupción del volcán de La Palma.

La última crisis a la que tuvo que enfrentarse como presidente fue la de tratar de limitar los daños del caso Mediador, la trama de corrupción en la que al menos cinco empresarios pagaron alrededor de 100.000 euros a la red del conseguidor Marco Antonio Navarro Tacoronte y el exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, para recibir, sin éxito según las investigaciones en marcha, tratos de favor del Gobierno insular.