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Carmen Calvo. FOTO: EP / VÍDEOS: ATLAS

El PSOE marca sus líneas rojas a ERC pero mantiene viva la esperanza de un pacto

Calvo avisa de que el Gobierno no hablará de autodeterminación y estudia ya impugnar la última resolución desafiante del Parlament

Miércoles, 27 de noviembre 2019, 13:01

El PSOE no tira la toalla con Esquerra Republicana de Catalunya a pesar de su actitud premeditadamente desafiante. La vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, encargada de liderar el equipo que abrirá formalmente la negociación para la investidura con los secesionistas, aseguró ayer ... que acude a la cita que tendrá lugar mañana a las 17:00 horas «con ánimo y esperanza». Eso sí, casi a la par, la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, se encargó de remarcar sus líneas rojas: nada que tenga que ver con el derecho de autodeterminación y no más mesa entre Gobiernos que la que ya contempla el Estatuto de autonomía.

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Los socialistas guardan un enorme hermetismo sobre el contenido de las conversaciones que mantienen tanto con lo secesionistas como con el resto de los grupos parlamentarios, pero, un día después de que los ERC, JxCAT y la CUP aprobaran en el Parlament una resolución para intentar burlar la última suspensión del Constitucional, se esforzaron en trasladar la idea de que su dependencia de Esquerra no les hará bajar en ningún caso la guardia frente a las vulneraciones de la legalidad en las que pueda incurrir. Y que serán capaces de lograr la cuadratura del círculo.

El jefe de gabinete y mano derecha de Pedro Sánchez en la Moncloa, Iván Redondo, describió así su estrategia durante una charla en el foro 'Corporate Excellence' de la Fundación La Caixa: «Nuestra misión –dijo– es ser eficaces y encontrar la señal frente al ruido». Ruido en este caso sería, para los socialistas, la votación de la iniciativa en la que el secesionismo reivindicó su derecho a debatir sobre autodeterminación o reprobar al Rey en la Cámara catalana, dos cuestiones contra las que ya había advertido previamente la corte de garantías. Y ruido sería también la bravuconada de Gabriel Rufián a escasas 48 horas de sentarse con Lastra: «Cada vez que hemos visto a Pedro Sánchez débil y derrotado, se le puede llegar a sentar en una mesa de diálogo».

La señal que en el PSOE creen que hay que seguir es la que de manera soterrada envía desde hace tiempo Esquerra, deseosa de encontrar una «pista de aterrizaje» para abandonar la vía unilateral y postergar la constucción de una Cataluña independiente hasta que haya una mayoría social sólida que la secunde, aunque son muchos los que admiten que con la formación independentista hay que tener mucha prevención porque su comportamiento resulta siempre «imprevisible» debido a su división interna.

«Ganar a la derecha»

Fiel al guión marcado por Redondo, Lastra quitó hierro a las palabras pronunciadas por Rufián contra su jefe de filas. «No me voy a relacionar con ERC a través de los medios de comunicación ni a entrar en un cruce de declaraciones porque mañana tenemos una reunión –dijo– y lo que nos tengamos de decir lo diremos allí». Aun así, adujo que lo que ha hecho Sánchez es derrotar, una vez más, a la derecha y que su intención es seguir haciéndolo «no sólo en las elecciones sino día a día gestionando». «En eso –añadió en una apelación directa al partido independentista– espero que estemos de acuerdo».

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Tanto la portavoz parlamentaria del PSOE como Calvo dieron a entender también, sin embargo, que, independientemente de las negociaciones, se intentará impugnar el último desafío secesionista, aunque fuentes gubernamentales matizan que, por el modo en el que se redactó la resolución («hace ver que se desobedece sin llegar a desobedecer», en palabras del poco sospechoso portavoz del PP en la Cámara autonómica, Alejandro Fernández) quizá no haya causa.

A los socialistas tampoco les dolieron prendas por convalidar ayer gracias al PP y Cs el real decreto ley con el que, según anunció Sánchez en plena campaña electoral, se busca cortar de raíz el intento de crear en la red una suerte de Estado catalán digital, aunque en un nuevo malabarismo dialéctico Carmen Calvo alegara que ese no era el verdadero objetivo de la iniciativa secesionista («se trata de proteger a los administrados en su relación con la Administración») y adujera que la iniciativa corresponde al actual Gobierno en funciones y no al futuro Gobierno de coalición con Podemos en el que ahora trabaja.

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Los ingredientes sobre la mesa en vísperas de que Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa, por parte de PSOE y PSC, y Rufián, Marta Vilalta y Josep María Jové, por la de Esquerra, se sienten frente a frente no parecen pues los ideales para el pacto y en el PSOE algunos admiten su desconcierto y sus dudas al respecto. Pero el 'gurú' de Sánchez aseguró que él es «optimista» respecto a la situación en general. «España –adujo echando mano de un símil baloncestístico– es muy del minuto 93».

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