El acercamiento de CDC al PP en Madrid levanta ampollas internas en el nacionalismo catalán

Los movimientos llevados a cabo por la dirección de Convergència en el Congreso para conseguir grupo propio en Madrid, como un supuesto acuerdo con el PP para la composición de la mesa de la Cámara, ha levantado ampollas en el seno del Partit Demòcrata Català. Diferentes dirigentes de la antigua CDC han criticado esta mañana a Francesc Homs por el secretismo y el sentido de los votos nacionalistas que blindó las vicepresidencias del PP y Ciudadanos.

"No se puede tratar a la gente de idiota", "vivimos en un mundo en que hay que ir de cara", ha afirmado Marc Castells, candidato a integrar la nueva cúpula del partido, que se elegirá este fin de semana. "La gente nueva que entre en la dirección tiene que cambiar estas formas de actuar", ha apuntado en relación a la vieja CDC del peix al cove, que esta semana ha vuelto a escena en el Congreso de los Diputados.

"Si el partido quiere conseguir la confianza del electorado, hay que ser honesto. No se está diciendo la verdad", ha asegurado Ignasi Planas, otro de los dirigentes de la nueva hornada que quiere entrar en la dirección. Homs sigue negando que prestara sus votos al PP, pero en cambio la alcaldesa de Sant Cugat del Vallès y aspirante a presidir el Consejo Nacional de la nueva Convergència, Mercè Conesa, ha admitido que "contempla" la posibilidad de que diputados CDC votaran a representantes del PP. Por ello, ha pedido "explicaciones"a Homs.

"Si hubiera tenido que gestionar este episodio, probablemente lo habría hecho de manera diferente", ha añadido. Eso sí, ha defendido que el partido haga los movimientos que sean necesarios para tener grupo propio y voz propia en Madrid.

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