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Parte exterior del Palacio de los Conde de Gamazo. R. Jiménez
Municipalismo 360

Boecillo, la suma de la historia, bodegas y tecnología

La presencia del Colegio de los Escoceses, los viñedos o la instalación del primer Parque Tecnológico de la región han marcado el devenir de esta localidad que tiene asentada una buena base de futuro

S. G.

Lunes, 24 de febrero 2025, 06:57

Cuenta la leyenda, muy bien fundamentada, que Boecillo es uno de los primeros lugares donde se jugó al fútbol en la Península y, como es lógico, esto merece una explicación.

El Real Colegio de Escoceses, con sede en Valladolid, tenía su propia dotación en Boecillo consistente en fincas rústicas, principalmente, y un magnífico y suntuoso caserón. «A este colegio venían a veranear los seminaristas escoceses que se encontraban en Valladolid, hay escritos que cuentan que durante su rato de ocio jugaban con una pelota de cuero con los pies, esto hace suponer que este deporte que practicaban era el fútbol y que este hecho, a principios del siglo XIX, fue incluso anterior al fútbol que jugaban los ingleses en las minas de Río Tinto en Huelva», explica el alcalde de la localidad, Raúl Gómez.

Pero dicho esto, conviene ubicarse. Boecillo está situado a 12 kilómetros al sur de Valladolid, suma una población de 4.300 habitantes y es conocido por sus bodegas, vino, historia y, especialmente en toda la región, por su parque tecnológico, «el primero de los tres parques tecnológicos que se desarrollaron en Castilla y León». Se trata de un enclave único para la innovación y el desarrollo tecnológico y empresarial y cuya propuesta de creación se remonta al año 1988.

Lo cierto es que la proximidad y buena comunicación con Valladolid, ciudad mayor, de economía mas dinámica y con el tejido industrial más importante de la región, convirtieron a Boecillo en el enclave más oportuno.

Este espacio se ubica al suroeste del término, en el centro de un denso pinar de 367 hectáreas. en terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Boecillo y es uno de los más importantes de los existentes en el norte de España con numerosas y punteras empresas de I+D+I. «La ubicación del parque conllevó una fijación de población importante y vino aparejada de un desarrollo urbanístico con la construcción de varias urbanizaciones como El Peregrino o El Pago del Nogal; las personas que vinieron a trabajar al parque se quedaron a vivir en Boecillo», añade el primer edil.

Antiguamente, Boecillo era zona de producción vinícola, «sus afamados claretes se recorrían la provincia». El viñedo desapareció, dando paso a masas forestales de pino albar y negral, un tipo de árboles que, por su abundancia en el entorno, dan nombre a la Comarca Natural en la que se encuentra: Tierra de Pinares.

En lo que respecta a la producción de vino, el antiguo Colegio de los Escoceses también tenía su propio espacio para la elaboración, que se encontraba en la parte superior de las bodegas. Seguro que esa producción fue del gusto del general Wellington, que pernoctó en el citado colegio hasta en tres ocasiones durante la Guerra de la Independencia.

Una de las zonas del Parque Tecnológico de Boecillo.
Senda del Cega entre Boecillo y Viana.

Gran ambiente durante el pregón de fiestas desde el balcón del Ayuntamiento..

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Con el paso del tiempo, las bodegas se han transformado en afamados restaurantes de degustación de productos de cocina tradicional castellana, como lechazo, morcilla o tortilla.

A la hora de hablar de Boecillo tampoco se puede pasar por alto un espacio que se ha convertido en punto de referencia en la actualidad: el parque El Tejar.

Dos versiones sobre el origen del nombre

El origen del propio nombre de Boecillo se resume en dos versiones. La primera de ellas tiene que ver con la abundancia de la planta de Boj, cuyo nombre evoluciona gramaticalmente hasta llegar a transformarse en la palabra Boecillo. La segunda procedencia se atribuye a un pequeño buey al que se llamaba «bueyecillo», que acudía todos los días a beber agua a la fuente de Boecillo. Por otra parte, el espacio de la Fuente de Villamayor es mencionado por Delibes en algunos de sus libros, también la cuesta denominada El Recodo.

En este lugar, en épocas pasadas, se extraían los materiales necesarios para la fabricación de ladrillos y tejas que se utilizaron para la construcción de todos los edificios de estilo neomudéjar que se levantaron en el municipio, como la Casa Consistorial, la iglesia o el Círculo Católico.

Este centro neurálgico acoge en la actualidad un parque infantil, pistas de baloncesto y fútbol o mesas de ping pong. Además, cuenta con la capacidad suficiente para acoger variados eventos, como los festivales de jazz, que ha cumplido ya dieciocho ediciones, o el de folk. El Tejar también es escenario de verbenas durante las fiestas o de las citas taurinas.

Fuentes y edificios

Por otra parte, la localidad dispuso en otras épocas de numerosas fuentes, de aguas limpias y potables: El Caño, en el casco urbano; La Fuente del Rector, en referencia a que brotaba en terrenos del Real Colegio de Escoceses, fue creada por el antiguo Rector del Colegio; La Fuente de Boecillo, situada al sur del término junto a la ganadería de El Raso, la más antigua de España o la denominada Fuente Villamayor, antiguo lavadero público.

Por último, no se puede dejar de mencionar la antigua Iglesia Mozárabe, dependiente en 1589 de la Abadía de Valladolid y fundada por el Conde Pedro Ansúrez, que perduró, junto a su cementerio, en la actual Calle Iglesia Vieja hasta finales del siglo XIX. Aún se conserva alguno de los lienzos de sus viejas paredes.

También el Palacio de los Condes de Gamazo, de estilo neoclásico, ofrece una excelente panorámica. Se trata de uno de los lugares más emblemáticos del municipio y en él tiene su sede el Casino de Castilla y León.

Raúl Gómez, alcalde: Patrimonio natural, cultural, histórico y gastronómico

Raúl Gómez.

Boecillo es una población ubicada en el centro de la provincia de Valladolid, a poco más de una docena de kilómetros al sur de la gran urbe. Situada en un enclave privilegiado entre las orillas de los ríos Duero y Cega, así como del Arroyo del Molino, Boecillo cuenta con un patrimonio natural excepcional. Su amplio pinar, así como su monte de encinas, único en la provincia, unido a los parajes que ofrecen las riberas mencionadas, entre los que caben destacar la playa fluvial del Duero o las desembocaduras del arroyo en el Cega y la confluencia de este con el Duero, convierten la zona noroeste del municipio en un enclave natural propicio para excursiones, senderismo y disfrute del medio natural en la zona.

No le va a la zaga la zona sur, pues en ella se expande la dehesa del Raso de Portillo. Esta ganadería de toros bravos es la más antigua de toda España, y entre sus afamados salgüeros, se crían las reses que serán las protagonistas de los distintos festejos taurinos a lo largo y ancho del territorio nacional e incluso de la vecina Francia. Esto dota al Boecillo de un patrimonio cultural y tradicional sin igual. Pero Boecillo no solo es naturaleza. Aquí se ubica el Parque Tecnológico de Boecillo. Este enclave fue el primero de toda Castilla y León en convertirse en un nicho para las empresas de carácter tecnológico e innovador. Con más de 30 años de bagaje, esta zona es una de las principales estrategias de desarrollo empresarial de la comunidad.

En lo que se refiere al entorno urbano, cabe destacar que desde el último cuarto del siglo XX se produjo una gran transformación en el municipio. Los amplios campos de majuelos que poblaban el pueblo dieron paso al desarrollo urbanístico. Este se realizó de una manera muy amable, primado el que se mantuvieran la esencia de pueblo con viviendas unifamiliares mayormente, sin alcanzar demasiada altura en las construcciones, para evitar convertir la estructura del pueblo en una barriada de ciudad. Este modelo de desarrollo ha triplicado la población de Boecillo en los últimos treinta años, superando la cifra de 4.300 habitantes en la actualidad.

Las Bodegas que procesaban la uva de estos majuelos en el afamado 'clarete de Boecillo', se reconvirtieron en restaurantes de postín, con el liderazgo del Yugo de Castilla y sus jornadas gastronómicas.

El casco histórico cuenta con varios edificios emblemáticos como el Círculo Católico, la iglesia de San Cristóbal o el Ayuntamiento. De estilo Neoclásico nos encontramos con el Palacio de los Condes de Gamazo, lugar que vio nacer a uno de nuestros vecinos más ilustres: Germán Gamazo y Calvo, ministro hasta en tres ocasiones de diferentes gobiernos durante la Restauración. En definitiva, Boecillo cuenta con un patrimonio natural, cultural, histórico, gastronómico e inmaterial digno de conocer.

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