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J. Bacorelle
Miércoles, 5 de octubre 2022, 22:30
Los sistemas de retención infantil son el elemento fundamental para la protección de los menores en el interior del vehículo. Sin embargo un estudio realizado por la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil, AESVi, demuestra que 9 de cada 10 silla infantiles ... compradas en el mercado de segunda mano no pasarían hoy las pruebas dinámicas con las que fueron aprobadas en su día para cumplir el Reglamento Europeo de seguridad.
La Unión Europea endurece cada vez más los requisitos que los sistemas de retención infantil deben cumplir para poder ser homologados, incorporando pruebas más exigentes. De este modo, los fabricantes de sillas de auto están obligados a invertir en I+D+i para que sus dispositivos cumplan con esos estándares de seguridad que les permitan ponerlos a la venta.
En España conviven dos normativas europeas: la ECE R44/04 y la ECE R129 también conocida como i-Size que incorpora nuevas pruebas de homologación tan exigentes como el test de impacto lateral.
Sin embargo, y a pesar de las exigencias de homologación recogidas en las normativas europeas, la compra de sistemas de retención infantil (SRI) de segunda mano o de ocasión a través de plataformas de venta online, es una práctica habitual que no ha dejado de crecer en los últimos años y que, además y puede realizarse sin control oficial, sin asesoramiento profesional y sin garantía sobre el producto. En consecuencia, es posible la compra de productos sin instrucciones, haciendo un montaje incorrecto e incluso con problemas higiénico-sanitarios.
Según los resultados del estudio, 9 de cada 10 sillas no cumplirían hoy con el Reglamento Europeo de Seguridad: uno solo de los ensayos establecidos en el Reglamento Europeo ECE R44 fue suficiente para determinar que 9 de los 10 SRI adquiridos aleatoriamente en el mercado de segunda mano serían incapaces de desempeñar su función dentro de los límites exigibles.
Durante las inspecciones previas al ensayo se detectó un alto grado de deterioro que afectaba a todos los SRI con gran pérdida de las propiedades de absorción de materiales como el EPP o PE expandido, y en los acolchados de los tapizados.
También se detectaron claros síntomas de envejecimiento del material propio del paso de los años, del uso o mal cuidado, de las variedades climáticas y del mal almacenamiento. Se observó incluso la falta de partes de este material en componentes esenciales. Estas circunstancias pueden provocar un mal comportamiento del SRI al disminuir la eficacia de retención y la pérdida de funciones como la absorción de energía en caso de impacto.
Tras valorar estos datos, la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVi) considera urgente que se prohíba la compraventa de los sistemas de retención infantil de segunda mano, dado el alto riesgo que supone confiar en un SRI «cuyas funciones elementales puedan verse reducidas alarmantemente con el consecuente peligro que esto supone para la seguridad vial infantil«.
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